Comunicación política Sí; difusión de chismes de lavadero NO
Editorial.-
Además de la construcción de acuerdos con todo tipo de actores políticos, la propaganda fue un factor importante que apuntaló el triunfo de Andrés Manuel López Obrador.
El equipo del presidente electo, lo mismo difundió ágilmente los mensajes de éste, que actuó con prontitud en momentos de crisis, para minimizar los daños de los bombazos mediáticos bien fundados que se le lanzaron durante la campaña y de igual manera, fueron hábiles propagadores de la campaña negra en contra de sus adversarios, particularmente de AN.
En el contexto actual, a cuatro meses y medio de entrar en funciones, el tabasqueño sigue mostrándose como un gran manejador de la propaganda política, propiciando con sus anuncios y mensajes, una presencia constante en los medios, que dicho sea de paso, ya desde antes de la conclusión de la elección, se habían rendido ante López Obrador.
Ante esto, ¿cuál será la respuesta del PAN. Tomando en cuenta la capacidad propagandística-mediática de Morena y su líder?, sin duda, la comunicación debería ser un aspecto de interés prioritario por parte de Acción Nacional. Pero no se piense que esto debe ser preocupación solamente de los órganos directivos del partido. La militancia debería asumir también dicha responsabilidad, para saber comunicarse con el electorado.
Esto implica que hay que estar atentos de las contradicciones en las que ya está cayendo AMLO junto con sus allegados. Igual habrá que poner atención en las promesas que no cumplirá o las que cumplirá a medias. Esto con el fin de ponerlo ante la mirada de la ciudadanía, así como lo harían en ellos de tratarse de errores que hubiera podido cometer el gobierno de Acción Nacional, en el caso de que hubiéramos ganado la presidencia de la República.
Es innegable que los panistas sí se saben comunicar, sólo que gastan energías atacándose unos a otros con singular alegría. Es importante que se encaucen esos esfuerzos para tejer una potente comunicación política desde Acción Nacional, frente a un gobierno que tiene una aplastante mayoría en los diferentes ámbitos de la vida pública de México.
En 2018 el triunfo de AMLO fue electoral. Si nos quedamos quietos e incomunicados, o sólo haciendo comunicación de chismes de lavadero y no proyectamos a la sociedad nuestros principios, ideales y mensajes, el triunfo electoral del presidente electo y Morena podría llegar a transformarse en un triunfo cultural y entonces sí, la cosa se pondrá más color de hormiga. HAGAMOS EL PROPÓSITO DE hacer comunicación política y no difusión de chismes de lavadero.