Por Tom Pich.- Siempre que alguién le refuta algún señalamiento, o alguna información, el Presidente AMLO sale con una “gansesca” frase: “Yo tego otros datos”, con lo cual da por concluida la confrontación de afirmaciones, y por supuesto prevalece la suya, aunque no muestre los datos que dice tener, ¡total,para algo es el presiedente! ¿no?. Uno de los casos en los que argumentó sus datos para tomar su decisión, es el de las Estancias Infantiles, a las cuales prácticamente borró del mapa de los programas sociales, bajo la justificación de la gran corrupción que prevalecía entre quienes operaban dicho programa. Pero resulta que al parecer suprimió los recursos a la red de estancias, para darlo a los CENDIS de, ¡ni más ni menos que del PT!, cuyo dueño es  Alberto Anaya, quien junto con su esposa -Guadalupe Rodríguez- han sido señalados por el mal manejo de dinero público. O sea el fuego no se apaga con fue   y la corrupción ¿sí se apaga con corrupción?. La ¡neta, no entiendo!.

Quienes sí empiezan a entender las contradicciones de este gobierno son algunos de quienes apoyaron a AMLO, como es el caso de Clara Torres, quien era encargada de las estancias infantiles, quien ha dicho que efectivamente sí había corrupción en el programa de estancias infantiles, pero que esta estaba en la Secretaría, no en las estancias. Otros que empiezan a desencantarse son la gente más humilde, que ante el cierre de los programas que los beneficiaban, se han quedado literalmente con una mano adelante y otra atrás.

Los datos del presidente son, como muchos niños que él asegura había en las estancias infantiles: datos fantasma.