Desmantelamiento del fondo para gastos catastróficos que impulsa Morena debilitará más nuestro sistema de salud: Diputado Éctor Jaime Ramírez Barba
Ciudad de México, a 06 de octubre de 2020.- El gobierno federal no debe hacer uso del dinero para la salud del presente y futuro de los mexicanos, es un grave error consumar la desaparición de los recursos del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, ahora denominado Fondo de Salud para el Bienestar. Sin los recursos para gastos catastróficos está en riesgo la atención médica de alta especialidad y el acceso a medicamentos.
Así lo aseguró el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba, al destacar que el fondo de salud ya le quitó 40 mil millones de pesos el año pasado para el gasto del INSABI, dinero que se usó en total opacidad, puesto que nadie ha informado a dónde fueron a parar esos recursos.
Además, agregó, ahora para el 2021, con un artículo transitorio en la Ley de Ingresos, se le buscan quitar otros 33 mil millones. En un año, el gobierno federal habrá gastado, al menos, 73 mil millones de este Fondo que, de acuerdo con los reportes de la Secretaría de Hacienda tiene acumulados 101 mil millones de pesos[1]; es decir más de 70% de sus recursos totales.
Sin embargo, pese a este gasto extraordinario, no hay resultados. México padece la peor crisis sanitaria de su historia, miles de niñas y niños padecen la falta de medicamentos oncológicos, así como tampoco hay dinero para la vacuna contra el COVID-19.
Con el proceso de desaparición del Seguro Popular, muchos enfermos en 2019 tuvieron que pagar para atenderse y muchos otros fallecieron sin haber recibido el tratamiento por la falta del financiamiento; porque sí había dinero, pero no se ejerció con la responsabilidad debida. Cito hechos:
El monto de dinero validado del fondo para atender gastos catastróficos fue: 7,616 millones (2017), 7,671 millones (2018) y solo validó 2,854 millones de pesos en el 2019, es decir solo el 37% de lo invertido en salud en los dos últimos años de Peña Nieto.
Los casos de mexicanos atendidos por el fondo para atender gastos catastróficos están bajando dramáticamente en la presente administración, no queremos imaginar lo que pasará cuando puedan disponer libremente de ese dinero para otros fines. Ello no obstante que nuestro país enfrenta, en los últimos años un incremento sustantivo en su incidencia de enfermedades crónico-degenerativas, muchas de las cuales requieren atención médica de alta complejidad y muy costosas.
Por ejemplo, para cuidados intensivos neonatales en 2018 se pagaron 10,293 casos, mientras que en 2019 solamente 729; por cánceres de la infancia y la adolescencia en 2018 se pagaron 1,632, en 2019 la cifra bajó a 22; de cáncer de próstata se pagaron 889 casos en 2018, mientras que en 2019 se redujo a solo 97; de cáncer de colon y recto en 2018 fueron 868, pero en 2019 solo financiaron 121 casos.
Así ocurre en todos los padecimientos que debe proteger este Fondo, y que, al no hacerlo, las personas o bien mueren o quedan en extrema pobreza.
Anexo tabla de casos pagados en los últimos años.
Tabla I. Casos pagados del Fondo de Gastos Catastróficos 2018 y 2019 al 25 de abril de 2020 y el porcentaje de casos pagados 2019 respecto al 2018[2].
Pero parece ser que no ha sido suficiente con lo anterior, ahora van por el dinero restante, con el pretexto de la desaparición de los fideicomisos, se pretenden desviar los recursos acumulados durante años en este fideicomiso para la salud, para que el Ejecutivo disponga de los ahorros acumulados durante 15 años: 101 mil millones de pesos regalaría Morena a los proyectos del Presidente.
¿De qué le sirve al Presidente tener más recursos? No los usa para la salud.
Exigimos al Presidente que entienda una cosa, el dinero para la salud de los mexicanos no le pertenece. Es un insulto al pueblo de México seguir invirtiendo en obras faraónicas, mientras el sistema de salud colapsa y los enfermos siguen sin atención.
El Presidente y Morena pretenden destruir y tirar a la basura los avances que el Estado mexicano, incluyendo los miles médicos, enfermeras, trabajadores y organizaciones civiles, construyeron para hacer realidad el derecho a la protección de la salud en nuestro país.
Antes del Seguro Popular y del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos, niños con cáncer o aquellos que requerían cuidados intensivos neonatales no recibían tratamiento oportuno; los enfermos de diabetes, hepatitis, VIH, infartos u otros padecimientos crónicos sin seguridad social carecían de apoyos. Cada año miles de familias mexicanas se empobrecían al no contar con los recursos suficientes para atender enfermedades de alto costo.
El Seguro Popular vino a corregir el trato desigual y discriminatorio a la población que no estaba afiliada a una institución como el IMSS o el ISSSTE, sus resultados son innegables. Este sistema garantizaba el acceso a un paquete de servicios esenciales de salud y un paquete de intervenciones de alto costo, denominadas enfermedades que ocasionan gastos catastróficos.
Entre las enfermedades que se atienden con el Fondo de Gastos Catastróficos se encuentran: cuidados intensivos neonatales, cáncer de mamá, cáncer cérvico uterino, cáncer de colón, cáncer de próstata, leucemia, linfoma, enfermedades infecto-contagiosas, trastornos quirúrgicos congénitos, hepatitis, infartos, enfermedades metabólicas, entre otras.
Rechazamos por completo la desaparición de los Fondos para la salud destinados a la población sin seguridad social. De consumarse hoy este agravio, habrá gran incertidumbre respecto de cómo y quién va a financiar la atención y medicamentos para los mexicanos que hoy tienen asegurados sus tratamientos gracias a estos recursos. Si a esto sumamos la pésima operación del INSABI, el escenario es aún peor.
Nos queda claro, los recursos acumulados para gastos catastróficos, 101 mil millones, se ha convertido en el botín que el gobierno federal quiere usar para gastar a su antojo, sin importar que sean las reservas acumuladas para enfrentar las enfermedades que empobrecen a las familias mexicanas.
De seguir en esta ruta, como pretenden en la “cuarta transformación”, regresaríamos a la opacidad en el reparto del dinero para la salud. No habría garantía de atención, ni de suficiencia de medicamentos, puesto que los fondos estarían sujetos a los caprichos del Presidente, el Secretario de Salud, o podrían ser usados para otros fines: ¿Refinería o el Tren Maya?
Hemos alertado y seguiremos denunciando que, en realidad buscan el control político de los servicios de salud, un manejo discrecional del presupuesto.
Aunque hoy se apruebe la desaparición del Fondo para Gastos Catastróficos la lucha no termina. Presentaremos los recursos legales necesarios para impedir que López Obrador se apodere del patrimonio de los mexicanos, dejando de lado la responsabilidad del Estado de proteger la salud y la vida de todos. No podemos permitir que se siga violando el Estado de derecho y se pretenda dejar sin efecto las leyes por su propia voluntad.
Pedimos a las organizaciones civiles, trabajadores del sector salud, pacientes y a la población en general, sumarse a la defensa del derecho a la protección de la salud, utilizando los recursos jurídicos a nuestro alcance, como ya se está haciendo para frenar otras decisiones irresponsables de este gobierno.
No permitamos el desvió de los recursos que integran el Fondo contra Gastos Catastróficos, ello pondría en peligro la salud y la vida de nuestras familias.
Pedimos a los diputados de Morena recapacitar su voto, dejar de lado de la ideología, la sumisión al Presidente, y garantizar la sustentabilidad financiera del sistema de salud.