Desorientados y desconfiados:
Tomás Trueba Gracián.- En estos momentos de crisis sanitaria y económica en México, en el mundo, estamos los seres humanos totalmente desorientados, desconcertados y llenos de noticias que no abonan a la tranquilidad, todo lo contrario abona al amarillismo y a la psicosis.
Pero hablemos de México, tradicionalmente, somos un pueblo que desconfiamos de las autoridades, tradicionalmente queremos que todo lo arregle papá gobierno y tradicionalmente en las grandes catástrofes somos solidarios, sabemos tomar el toro por los cuernos.
Hoy en día hay más descontrol y más desorientación de nuestro presente y de nuestro futuro, esa situación genera más desconfianza hacia las autoridades. No es posible que la carga de la situación la traiga un Subsecretario, la voz cantante y la cara que debemos ver le toca al Secretario de Salud, pero de él ni sus luces. ¿Acaso el Presidente no le tiene confianza? Y si la respuesta es afirmativa que lo mande a su casa y ponga al frente de esta contingencia a alguien capaz.
La currícula de López-Gatell no es mala, lo malo es su servilismo al Presidente, lo malo es que no se enfrenta con la verdad a nadie. Hoy recibimos informaciones cruzadas, hoy vemos como dicen algo y al rato se desdicen, hoy vemos la incapacidad en materia de salud que tenemos en México gracias a los recortes presupuestales y la politiquería del Presidente.
Nadie en el gabinete de Salud y del Consejo de Salubridad General acaba por entender la importancia de hacer más exámenes de laboratorio para precisar el diagnóstico del Covid-19 para enfermos, portadores y contactos. Es la única forma exacta de tener las cifras reales y ver el comportamiento de los contagios en México. En la ciencia de la epidemiología está perfectamente claro el cómo hacerlo y el cómo interpretarlo. Y por eso las cifras que nos dan de enfermos no son creíbles. Tenemos muchos más casos en México de lo que informa el Gobierno.
Desde luego que hay desconfianza hacia el gobierno por lo que vivimos, vean el comportamiento diario del Presidente en sus mañaneras y en sus acciones, si le dan el seguimiento diario verán como sus discursos y sus actos no son concordantes con lo que decía López-Gatell. Su forma de parar el problema era con amuletos y con honestidad. Luego evoluciona su discurso, tal vez, por un jalón de orejas de la OMS y pasa a la fase 2. Hoy su presencia en la conferencia de la Cumbre del G-20 de miedo otra vez y no toca puntos clave y no es claro su mensaje de sus acciones.
Acusa de manera indirecta a potencias por acaparamiento, habla de precios del petróleo, habla de solidaridad pero en ningún caso lo vemos hablar de acciones firmes y de acciones que sean ejemplo para el mundo por las medidas que toma su gobierno. No quería decirlo pero es necesario hacerlo que diferente a Calderón en 2009 que hasta recibió un reconocimiento de la OMS por el caso de la Influenza. Hoy dejó más en claro por qué no va a las Cumbres Mundiales de Líderes no tiene que aportar, no tiene capacidad para debatir ni la claridad para afrontar los problemas. Ese era el momento señor López Obrador para pedir apoyo, no para dar ánimo a los líderes.
Si tomamos en cuenta las matemáticas del comportamiento de una Pandemia o solo una Epidemia y la velocidad de contagio veremos que las cifras que tenemos en México no concuerdan, ya que está visto que cada persona infectada contagia por lo menos a tres, sabemos que es un crecimiento exponencial, sabemos que la razón de la sana distancia es evitar el contagio inmediato y en gran cantidad, o sea muchos enfermos en pocos días, eso es lo que se quiere evitar, eso es lo que colapsa cualquier servicio de salud del mundo. Pero acá no hay la transparencia de decir la verdad. Por ejemplo Televisa es un semillero de contagios. Y por otro lado vemos con enojo los discursos del abusivo Ricardo Salinas Pliego sirviendo de tapete del Presidente, que desafortunado mensaje el que dio. O tomamos esto en serio o pagamos las consecuencias.
En la medicina siempre hemos dicho que es más fácil y barato prevenir que curar pues los médicos de la SSA y del Consejo de Salubridad que hagan valer sus conocimientos. Vamos a prevenir con inteligencia. Lo que urge es la verdad, lo que urge es saber con cifras reales y “CON ESTUDIOS COMPROBATORIOS” el número de casos, lo que urge es saber que seguimiento están dando las autoridades de salud ante los casos y sus contactos, no solo a la familia, a todos los contactos, a todos los puntos que tocó el portador, eso es trabajar en serio. Saber realmente que tiempo vamos a estar en casa o que tiempo tendremos para salir. Pongamos que cada enfermo contagia a una persona y no a 3, pues en México ya debe haber más de 2,000 casos, pero ¿Cómo saberlo si no hay seguimiento? No hubo un cerco sanitario a tiempo, no cerraron fronteras a tiempo, pues ahora saldrá más caro. Por cierto mis colegas Doctores y todo el personal sanitario de los hospitales y clínicas no tienen equipo suficiente para su propia protección.
Ya llegó el momento de la verdad, llegó el momento de informar, no con ruedas de prensa diarias baratas, sino con la presencia del Secretario de Salud dando los avances contra este virus. Urge nos digan que de acuerdo a estudios epidemiológicas, de acuerdo a la experiencia de las mejores prácticas internacionales con buenos resultados los que debemos hacer y los tiempos reales, no cambiar a cada rato los meses pico de contagio. Urge liberen a laboratorios particulares que sean profesionales y serios a que hagan las pruebas pertinentes, a precios justos.
Concluyo urge un Presidente serio, no como el que juega a las consultas ciudadanas para tirar inversiones que generan empleo como pasó en Mexicali, que tenga pantalones para escuchar consejos y decidir y urge una cabeza real con agallas en el Sector Salud que sea capaz de poner en su lugar al Presidente y no su tapete.