DUDAS QUE ATORMENTAN EL CORAZÓN
Por René Mondragón.-
¿NIÑO AHOGADO?
Después del 4-2 del domingo pasado, indudablemente, saltan varias dudas que atormentan el corazón del escribano.
El presidente –a pesar del fracaso de Claudia Sheimbaum en la operación política de la elección de Nora Ruvalcaba en Aguascalientes- se congratula “del éxito” de Morena y Mario Delgado lo festina con voracidad. Una duda inicial: ¿Se puede llamar “éxito electoral” a unos comicios donde el 62% de los oaxaqueños no votó… donde el 59.5% de abstención marcó el proceso en Quintana Roo… Donde el 54% no votó en Aguascalientes… donde el 52.5% tampoco salió a votar en el estado de Hidalgo… Y donde en el 50% de los duranguenses y el 46.7% del electorado en Tamaulipas tampoco fueron a votar?
El anuncio de la señora Nahle de que México no cumplirá su compromiso de honor suscrito con el Acuerdo de París, al no cubrir, al menos, el 35 por ciento de generación de energías con fuentes renovables, ¿Viene a demostrar que a la 4T del mandatario le importa más la ideología que la tecnología, como dice Fray Bartolomé en el diario Reforma, sin importar que “eso” nos separe más del resto del mundo?
De acuerdo con El Financiero del 7 de junio, en la elección pasada, la población promedio que más votó a favor de Morena en los seis estados, se ubica entre los paisanos de 50 a 58 años de edad. Sin duda, porque el 59 por ciento de esa parte de la población recibe algún “programa social”. Pregunta: ¿Este hecho representa la efectividad electorera de las ayudas? Porque de acuerdo con el análisis del diario, el 46 por ciento de las personas no son beneficiarios de la 4T. Una pregunta más: ¿Esas edades de los beneficiarios y el porcentaje de la población que no recibe nada, le alcanzarán al presidente para el 2024?
Evidentemente, aunque se pida prestado, se aumenten los impuestos, se reduzca la nómina de la estructura de gobierno federal, se asfixie a empresarios y emprendedores, es público y notorio –perdonando el lugar común- que ya no hay dinero en Palacio Nacional. La pregunta es: ¿De dónde va a sacar más dinero para continuar dando ayudas?
De acuerdo con el reciente Informe de la CEPAL, por efectos de la inflación en México, se agregarán otros 2.5 millones de mexicanos al nivel de pobreza. Pregunta: Si ya el dinero no le alcanza al estado benefactor y paternalista… ¿El presidente tendrá otro “Plan B” en la chistera matinal para incorporar nuevas ayudas a esos mexicanos que engrosan las filas de “primero los pobres”?
De acuerdo con El Economista, la popularidad del mandatario creció de 54.6 a 60.6; y el “desacuerdo” también creció, de 39.3 a 45.4. De continuar la tendencia, el escribano se pregunta: ¿Para los mexicanos en general, seguirá siendo más importante “ser popular” que resolver los problemas brutales que tiene este país?
¿Le alcanzará al ejecutivo el caudal de ocurrencias y triquiñuelas impulsadas por el show man Epigmenio Ibarra?
La última y nos vamos: ¿La oposición logrará una nueva narrativa robusta, importante y atractiva, que enamore lo suficiente al electorado?