El bien común por encima del individualismo
Por Tomás Trueba Gracian
Normalmente cuando los que nos atrevemos a escribir artículos de opinión, sin ser politólogos o intelectuales, simplemente ciudadanos con ideas que compartir para buscar el diálogo y generar opinión o conciencia, nos basamos en las agendas políticas o sociales y generamos el artículo. Hoy además de las notas que circulan en México escribo basado en un diálogo con ciudadanos y en los hechos vividos en días pasados en mi paso por la Ciudad de México.
Hablar de gobierno y la política no debe ser solamente hablar de lo que se hace en la esfera federal y su Ejecutivo, es hablar de la esfera estatal y municipal, los Congresos y Poder Judicial, pero sobre todo debe ser el hablar de la ciudadanía y su interacción con las autoridades. Es por eso que nosotros los ciudadanos debemos buscar en la vida diaria las razones para actuar como protagonistas de los sucesos políticos, económicos y sociales. No dejar todo al gobernante, pero tampoco dejar de ver que sus acciones y palabras dan la pauta a seguir para ver la calidad de vida que tendremos.
La Política Humanista que marca el fin último del acto de gobernar que es el Bien Común, nada tiene que ver con la “derecha” o la “izquierda” tiene que ver con el detonar acciones que nos permitan una vida digna, tiene que ver el dejar atrás el “Individualismo” para pasar al colectivismo. Aristóteles enseñaba sobe la “Polis” como un espacio vital para el ser humano y alcanzar su plenitud, la Polis Aristotélica era el Bien Común. Que es el interés de un pueblo entero y de un Estado entero. Han sido muchos los que han opinado sobre el tema hasta llegar a Maritain que hablaba de tres elementos fundamentales: Redistribución, autoridad y moralidad.
En estos días que vivimos vemos los desastres por la lucha del poder, por la lucha ideológica, bueno hasta quieren imponerlo en las escuelas, por la lucha de las clases sociales, por el señalamiento entre conservadores y liberales. Que error comete el gobierno en turno. La lucha debe de ser para tener políticas públicas que generen el Bien Común. La forma de aplicar la política pública debe ser en base a la democracia participativa y no en base al mayoriteo avasallador de los partidos en el poder.
Los gobernantes que tenemos en los tres órdenes de poder tienen la obligación de unir, tienen la obligación de generar confianza para que haya inversiones y empleo, tienen la obligación de generar las líneas para que todos tengamos acceso a educación de excelencia, no imponer lo que se debe aprender, eso es responsabilidad compartida, eso es educación pública. Tienen la obligación de velar por la salud del pueblo. Una de sus mayores obligaciones es la seguridad, deben garantizar la seguridad al ciudadano, deben garantizar al 100% la justicia. Así mismo el manejo de las finanzas debe ser de responsabilidad fiscal, no sangrar a unos y otros vivir en paraísos fiscales en México. El gobierno debe coordinar esfuerzos y no ser empresario (ésta si es una diferencia actual de la derecha e izquierda) pero para el Bien Común debemos saber ser subsidiarios o sea en pocas palabras que el fuerte no haga lo que el débil pueda hacer o enseñar a pescar y no regalar el pescado.
Estamos a cuatro días del informe, veamos si el Presidente de México sigue mintiendo y dando otros datos, veamos el mensaje si cambiará el rumbo o seguirá igual. Ahora está más crecidito por el nuevo contrato que hizo con su “amigote” Slim y tres empresas más para el uso de gasoductos, pero la realidad es que las inversiones están paradas, los subejercicios a la orden del día. Su correligionaria y empleada, Claudia, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México sigue sin dar resultados.
Y hablando de la Ciudad de México debemos hacer memoria que desde que tienen elecciones para elegir su gobierno (1997) siempre ha ganado la “Izquierda liberal” y la Ciudad cada día está peor. No entiendo él porque en las elecciones federales, estatales y municipales los ciudadanos sí castigan con el voto a los malos gobiernos y en la Ciudad de México no pasa. ¿Serán masoquistas? El detonar obras de infraestructura en dicha ciudad generaría derrama económica no solo en la misma sino en varias entidades federativas. Urgen obras de vialidad que rompan los embotellamientos, urgen obras de movilidad que propiamente acabarían con la contaminación y urgen obras de drenaje y para abastecer de agua potable, y ni hablar de la seguridad nada de eso hacen.
Tomando en cuenta varias estadísticas y estudios de opinión actuales vemos que las calificaciones a los gobiernos estatales son muy claras y no es por no creer en la izquierda, es porque los habitantes lo dicen; los peores calificados son del PRI, uno del PRD y de MORENA. Lo que nos indica que la gente rechaza la visión populista de los mismos y quiere progreso y Bien Común. No debe seguir más la política del individualismo, no debemos los ciudadanos seguir en la apatía y el egoísmo. No es así. La pobreza y marginación se acaban creando riqueza y desarrollo social solidario y subsidiario.
Por los tiempos que vivimos el tema central debe ser la seguridad y la integridad de las familias. Ese sí es un tema completamente gubernamental. Ya no podemos seguir en la situación de que cada quien vela por su seguridad. Eso genera gastos dobles ya que se pagan impuestos para tener seguridad pero además gastamos en “asegurar” con medidas extras nuestros bienes. Los que pueden hasta seguridad privada tiene, otros ya están armados y envalentonados y por cualquier pretexto disparan matando o hiriendo gente. AMLO y todos los gobernantes que ganaron se comprometieron a terminar con eso, pero han fallado en todo y ya basta de culpar a los antecesores, asuman su responsabilidad, en mi estado Veracruz nuestro gobernador es pésimo y no hace nada.
Al gobernador de Veracruz le deben explicar que significa la palabra único, ya que para disque darnos seguridad creo “El mando Único doble en el sur y el norte del estado” y ayer lo estrenan en el sur del estado en Coatzacoalcos con decenas de muertos. Igualmente cuando llega la Guardia Nacional los reciben con más inseguridad. Ojo algo les está fallando.
Entonces llegó el momento de trabajar con políticas públicas que no sean de lucha estéril entre la derecha y la izquierda sino que sean políticas públicas que den como resultado el Bien Común. El bien común no es la suma de los bienes de cada uno de los miembros de la sociedad ya que ese bien es indivisible y solo con la colaboración de todos puede ser alcanzado, aumentado y protegido.2 Afecta a la vida de todos. Exige la prudencia por parte de cada uno, y más aún por la de aquellos que ejercen la autoridad.