EL BUEN JUEZ POR CASA EMPIEZA:
“Tus actos siempre hablan más alto y más claro que tus palabras” Stephen Covey
Tomás Trueba.- México es una Nación que lleva propiamente toda su vida en busca de la democracia, lleva muchas décadas luchando por la libertad, pero el más grave de los problemas es que poco se hace por educarse como ciudadanos para tomar la rienda de la vida política, social y económica de la Nación.
Durante décadas se dejó la política y las decisiones de gobierno en manos de los políticos o de funcionarios sin escrúpulos. Y acá no se trata de emular al inquilino de Palacio de retroceder 500 años buscando culpables, se trata de generar conciencia y ver la realidad, los ciudadanos lo permitimos. Los ciudadanos no entendimos nuestra importancia y nuestro papel.
Siempre fuimos críticos de café y quejumbrosos pidiendo derechos, nunca fuimos participativos y pedidores de cuentas, nunca nos educamos ni educamos a nuestros hijos para ser protagonistas de la vida pública de México. Existían organizaciones y algunos Partidos Políticos que luchaban contra un régimen autoritario y corrupto, pero con el paso de los años esos Partidos dejaron de ser la voz de la ciudadanía y cayeron en el vicio del poder.
En 1939 nace una Organización permanente, ciudadana que busca acabar con caudillos, que busca acabar con las simulaciones, que busca darle alma al ciudadano, que busca ser escuela ciudadana, y esa organización que no buscaba el poder por el poder, sino que buscaba la democracia basada en la libertad, en la formación, en la ética es Acción Nacional.
Hay mucho que escribir y hablar sobre la función del Partido que nace en 1939, hay mucho que decir de sus logros, era una Institución con ética, con credibilidad, con una democracia interna muy congruente con lo que peleaba hacia afuera, por eso iba ganando día a día la confianza del ciudadano. No era un Partido de grupos y amigos, era un Partido organizado con bases estatutarias, con Doctrina en busca del Bien Común.
Hoy en México luchamos por los cargos públicos aún de manera desigual, hay mucha intromisión del gobierno en turno en los procesos, los ciudadanos cada año estamos bombardeados por campañas electorales, no hay descanso. Pero además tenemos un Presidente que en lugar de trabajar por todos y por el Bien Común sigue día a día en campaña.
Con ocurrencias y fijaciones, una de ellas y muy peligrosa es la reforma a las Organismos electorales. No es posible su empecinamiento por tener ese control electoral como en los años 50s a los 80s.
Pues bien en medio de esos procesos externos, no pueden faltar los procesos internos de los Partidos, los cambios en sus dirigencias, los jaloneos por el poder del Partido. Con añoranza veo lo que pasa ahora. Antes sabíamos que en el PRI el dirigente nacional y sus estatales eran ungidos por el gran Tlatoani en turno, pero en el PAN veíamos una fiesta democrática, pareja, de ideas, de propuestas, de camaradería castrense. Hoy el PAN dejó eso atrás y se volvió igual a los otros, el amiguismo el dedazo, el caudillo.
Y por eso es importante hablar de congruencia, es importante hablar del respeto a la dignidad del militante panista, del respeto al ciudadano que cree y vota por el PAN. Debe Acción Nacional volver a sus orígenes democráticos, a no caer en las tentaciones, a ser distinto y distinguible, a rescatar su ética política y a ser un verdadero instrumento de la ciudadanía.
Recordar a los fundadores que decían “Acá nadie viene a obtener sino a dar” recordar que no se vale “Cercar su huertito de vanidades” Es el momento de la congruencia y reconocer de manera autocrítica los errores y los costos políticos, no para el PAN sino para México.
La congruencia es un privilegio que muy pocas personas pueden ostentar, pero que todos deberíamos buscar y tenerla. La grandeza de las personas nos está en su fuerza, sino en su congruencia. Si los dirigentes de los Partidos fueran autocríticos y congruentes, hoy estarían dejando el paso a otros, en base a que lo digo, en base a los resultados electorales del pasado junio. En el PAN por más que se quiera maquillar el resultado, por más que sean triunfalistas se fracasó.
No hay combate a los caudillos, no hay ética, no hay trabajo de representación ciudadana de parte de los dirigentes nacionales, estatales y municipales. No hay representatividad, no hay democracia interna. Eso va contra la razón de ser del PAN y eso debe será causa de renuncias y paso a la libertad de elegir las dirigencias. Ahora ponen trabas a modo para la elección basados en la igualdad de género, pues los reto, y esto no lleva dedicatoria, a que abran la elección del presidente del CEN a una mujer, así como lo ponen para varios estatales.
Si se quiere dar la batalla contra el Tirano de AMLO y se busca la democracia, pues que Acción Nacional ponga el ejemplo, deje un proceso libre y democrático, que Marko deje el camino libre y así mismo sus secuaces en los estatales, que se abra una contienda pareja para mujeres y hombres, sin etiquetas no cotos de poder en los estatales. Que el mejor o la mejor gane.
No se vale ser candil de la calle y obscuridad en su casa. Acción Nacional debe retomar el camino doctrinario y ético que lo llevó a ser la institución más confiable entre los Partidos Políticos de México. Están a tiempo los militantes panistas para exigir y para sacar adelante al PAN.
México y los mexicanos necesitamos Partidos Políticos fuertes, éticos, ciudadanos. No queremos más simulación. No queremos más amiguismos. No queremos más impunidad ni corruptos en las altas esferas. Queremos ciudadanos participando en la vida política que sean congruentes y capaces.