EL FIN DE LA POBREZA Y EL NARCO
Por René Mondragón.-
A LA MAÑANA SIGUIENTE
Esa es una frase recurrente en el desenvolvimiento de la trama en los cuentos infantiles que hoy, genera la pauta para bucear en esta columneja.
En forma reciente (1) se han dado a conocer algunos datos que, para variar, vienen a echar por tierra todos los ingentes esfuerzos del gobierno federal por disimular la incapacidad, incompetencia e ineptitud para resolver los problemas del país y gobernar exitosamente.
Huelga decir que cada promesa hecha para ganar clientela electoral, se ha venido abajo; que los avances -aunque hay algunos- la verdad es que son batallas pírricas que se pierden en el mar de ineptitudes, pleitos domésticos y resultados en la opacidad por carecer de puntería política.
Todo se adereza con discursos, amenazas, polarización y el consuetudinario arte de seguir culpando a otros de la incompetencia presente.
¿Qué ha pasado “a la mañana siguiente” del triunfo de la transformación que no ha transformado suficientemente para bien?
Una de las ofertas para ganar el 2018 fue de dos tipos correlacionados: Una, acabar con la pobreza y dos, los narcotraficantes dejarían de sembrar droga y comercializarla, para subirse a sus tractores y sacarle sus frutos a la tierra. El tema es que ni lo uno ni lo otro ha sido exitoso. Al contrario.
OFERTAS DE SALIVA
La magia de los programas sociales se evapora con el correr del tiempo y la conclusión de un sexenio gris por sus resultados y negro por las consecuencias.
Eran la varita mágica, la panacea y la piedra filosofal que traería todos los bienes y las soluciones para un país devastado por “época neoliberal”. El mundo feliz de Aldous Huxley sería tercermundista al lado de los éxitos mexicanos de la 4T. Seríamos ejemplo ante el mundo, como Dinamarca en materia de salud, como Finlandia en materia de educación, y Tepito Village sería como sucursal de Silicon Valley. Tendríamos que recibir en calidad de mojados a los CEO de Tesla y Richard Branson, de Virgin, sería profe de alguna primaria oficial en los altos de Chiapas.
El problema es que todo eso se evaporó en cada mañanera, porque aún con los programas clientelares, la pobreza en México creció y siguen haciéndolo.
Ciertamente, las medidas resultaron insuficientes, poco creativas y pobres en resultados, en especial, a partir de la crisis sanitaria del Covid 19.
Fue durante esa temporada durante la que, según la nota en comento, el número de las personas en situación de pobreza, entre los años 2018 y 2020, creció fuerte. De un 49.9 por ciento a 43.9 en cifras de CONEVAL.
El tema es grave, pues de 51.9 millones de personas en pobreza, la estadística creció en el 2020 a 55.7 millones de mexicanos con nombre y apellidos
HILARANTE
La santa agüe del escribano solía decir que “mal de muchos, consuelo de tontos” (lo decía con una majadería que nuestra casa editora no permite). Pero de ese tamaño fueron las explicaciones, que indicaron que, aunque haya incrementado el número de pobres, de todas formas, hubieran sido muchos más si no se hubieran dado las ayudas. Es decir, como reza el viejísimo adagio mercadológico: “No le puedo vender hoy todas mis naranjas, porque si lo hago, ya no tengo qué vender mañana”
El colofón de las explicaciones fue apoteósico: “Tristemente no hay sorpresa”
DE NARCOS Y TRACTORES
Tampoco funcionó la amenaza para los narcotraficantes, de subirse al tractor a sembrar cualquier cosa mientras no fuera droga.
Hasta el momento de escribir estas líneas, seguramente, le están consiguiendo un John Deere – Serie 5E a Ovidio Guzmán y algunas yuntas para sus seguidores.
Tan pobres son los éxitos en este renglón que la DEA le ha solicitado a las autoridades de nuestro país “que haga más contra los cárteles de Sinaloa y Jalisco”, a quienes responsabiliza de los varios miles de muertos por fentanilo.
En buen romance…
(1) Expansión Política <politica.newsletter@expansion.com.mx