EL FUTURO DE LAS MAÑANERAS
Por Alejandro Díaz.- Después del golpe ciudadano al ego presidencial el día de su cumpleaños, el impacto de la “mañanera” queda en duda, aún entre sus feligreses más intensos. El inquilino de Palacio no puede repetir el ridículo dicho de Martí Batres (“no hubo más de 10 mil personas participando en la marcha en defensa del INE”) y dudo que se atreva a mencionar el número real de participantes -al menos medio millón de personas, pero hay quien menciona que fueron 800 mil sólo en la CDMX, más otro medio millón en más de 58 ciudades-. Como si no supiera que decir, lo que ahora expresa no impacta como antes.
El descontón ciudadano acalló la mañanera, y sólo si el inquilino de Palacio hubiera anunciado que debido a la demostración retiraba su iniciativa de reforma al INE habría tenido lógica su conferencia diaria. En vez de hacerlo, volvió a atacar con calificativos a los cientos de miles que participaron el domingo. Si así van a seguir sus conferencias diarias, éstas tienen los días contados. A contracorriente ahora cita a una “marcha contra el INE” que requerirá numerosos gastos y aunque llene el zócalo nunca se igualara a la auténticamente ciudadana del 13 del presente.
Debiera cambiar sus conferencias de prensa, así como el rumbo de su gobierno y hacerlo más asertivo. Los ciudadanos mostraron que puede haber expresiones públicas multitudinarias sin violentar el orden ni causar daños. Se demandó respeto al árbitro electoral pero dejó entrever el principio de una continua demanda popular para recuperar los beneficios perdidos en educación, salud, empleo y servicios. Nadie está peleado con los apoyos a adultos mayores pero sí al desperdicio en proyectos improductivos. La manifestación fue en apoyo a la institución autónoma imparcial (INE) pero también hubo numerosas menciones en contra de los recursos que no tendrán un rendimiento social a corto plazo (Tren Maya y Dos Bocas principalmente).
Suponiendo sin conceder, como dicen los abogados- que se cumpliera su deseo de mantener a su partido en el poder después del 2024, no será así el caso de la “mañanera”. Ninguno de sus pupilos (o corcholatas para emplear el mismo apelativo despectivo que él emplea) tiene habilidades similares a las que lo han mantenido en posición estelar. Además, como los mexicanos no podrían soportar oír más mentiras, su sucesor -incluso él mismo- va a tener necesidad de un sistema de comunicación distinto.
Tenía en sus manos lo necesario para hacer un buen gobierno pero prefirió destruir en vez de construir. Dijo que quiere pasar a la historia pero lo hará de manera infame no porque otros lo denosten sino porque él sólo (con sus incondicionales) ha llevado a la miseria a varios millones de familias y le ha cerrado el camino a una mejor vida a muchos más. Ha disminuido la oferta de educación y empleo, así como la esperanza de vida y los recursos disponibles para los mexicanos.
Los ciudadanos debemos prepararnos para una marea de “apoyos” que demandarán recursos oficiales ilegalmente. Documentemos, y fotografiemos, los miles de camiones que acarearán a la teórica multitud de apoyo a la conversión del INE en un instrumento a modo del que se cree soberano de esta nación.
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