Tomás Trueba.- México es una Nación que desafortunadamente hoy se encuentra con una ciudadanía dividida, polarizada, de ataques mutuos. La causa desafortunadamente no es el civismo, no es el hecho de que los ciudadanos mexicanos seamos participativos en la vida política, las causas son: El resentimiento, la venganza, la escasa autocrítica, el creer las mentiras, el no ver que no hay avances. Desde luego que antes la división entre los mexicanos se daba entre los apáticos y los conformistas contra los luchadores por una vida digna y por la democracia.

Para los mexicanos debe ser un motivo de vergüenza el hecho de no tener conciencia de participar en la vida democrática, por lo menos en las elecciones, no es posible que tengamos gobernantes de cualquiera de los tres órdenes de gobierno o de los dos poderes que se eligen por el voto popular con abstencionismos que van del 40 al 70%. Eso no es posible y mucho menos legitima a un gobierno. Pero el 6 de junio tendremos la oportunidad de elegir, tendremos la oportunidad de decidir que gobernantes nos merecemos y vamos a exigir que cumplan. No a la propuesta demagógica y ocurrente que nos endulce el oído, debemos saber distinguir para elegir la propuesta que nos dé una vida digna, que nos dé certeza en el futuro y que su fin último sea el Bien Común. Votar por la razón y no por la emoción.

Hoy como nunca la ciudadanía tiene el desencanto de los actores políticos que se encuentra en cualquier Partido, hoy más que nunca se recrudece la desconfianza que se ha tenido a los Partidos Políticos, no es un acto de la casualidad, es una causalidad, es consecuencia del abandono de esas instituciones a su verdadera razón de ser. Y toda esta situación aunada al gran malestar ciudadano de las pésimas acciones del gobierno actual, el rumbo equivocado que lleva y la desconfianza han generado que muchas personas empiecen a participar activamente en la vida política.

Pero, todo siempre tiene un pero en lo general, no todo es perfecto, dentro de las alianzas políticas que vemos aún persisten vicios de origen, aún encontramos fallas en el discurso, aún vemos que no se está cumpliendo la meta de generar confianza por tener la propuesta y la persona indicada para ser candidata o candidata a un cargo público. Esas luchas internas y esos procesos amañados sin ser democráticos, transparentes y consultados, nos están llevando a tener un talón de Aquiles en el esfuerzo. Por un lado vemos la soberbia y ya sentirse ganadores a los de MORENA y sus satélites PT-PVEM haciendo todo tipo de trampas y consultas amañadas y por otro lado vemos al bloque opositor dividido y digo dividido porque lamentablemente Movimiento Ciudadano no se sumó y los Partidos sumados no corrigen sus viejas prácticas y la iniciativa privada encabezada por Sí por México igual sin tener claridad en el proceso de selección.

Si los que encabezan el bloque opositor y el bloque del gobierno no entienden que en los procesos de pre campaña deben buscar un acercamiento de la ciudadanía a las urnas, están muy mal. Su primera misión como instituciones políticas es la promover el voto, la de combatir el abstencionismo, la de lograr que el ciudadano tenga una razón por la cual votar. No debe ser el Presidente de México el que haga la campaña, no deben ser las mañaneras las que promuevan el descontento y alejen a los electores de las urnas, no deben ser los programas sociales la zanahoria para que vayamos a votar, no usar programas y acciones de gobierno, como la vacuna contra el Coronavirus, con fines electorales.

En este momento que vivimos de pandemia las campañas tendrán que ser diferentes, más creativas, pero con la misión de llegar a toda la ciudadanía. Las propuestas deben ser claras, contundentes, veraces. Las y los candidatos deben ser personas con ética, con reputación intachable, con experiencia, con preparación. Mucha gente rechaza, yo creo equivocadamente, que haya reelección o que haya personas que hayan ocupado cargos y vuelvan a postularse. Si esas personas dieron resultados positivos deben estar, más los nuevos actores políticos que hay, aunque no tengan militancia en Partido alguno, deben ser tomados en cuenta.

Considero que “las mismas caras” que no queremos ver son las de aquellas y aquellos que solo han sido caciques, que han sido fuente de división, que los mueve el apetito personal, que brincan de un cargo a otro sin haber dado resultados. Esos “líderes” que no buscan el Bien Común, que solo buscan el poder por el poder o para tener su forma de vida deben ser excluidos. Ahora necesitamos personas comprometidas con México, comprometidas con la ciudadanía, personas que hayan dejado un legado en los cargos o trabajos que hayan realizado en su vida. La honorabilidad antes que nada.

Vamos a elegir con inteligencia, no vayamos a caer en trampas, trampas de cualquier lado. Vamos a elegir informados, debemos pedir y analizar las plataformas, debemos analizar la propuesta y lo que queremos ahora y en el futuro para México, para nuestra familia, para generaciones venideras.

Debemos elegir para tener libertad, democracia, transparencia, órganos autónomos de contrapeso, salud, educación, queremos certeza del desarrollo económico, queremos certeza que los actos de gobierno nos llevarán a buen puerto. Y claro la certeza más importante que permitirán la participación ciudadana, que seremos escuchados, no con actos fingidos y a modo de consultas patito ilegales.

Queremos la certeza que respetarán el voto y que el gobierno en turno no meterá la mano.
Así que juntos a vencer el abstencionismo y la dictadura pero no para estar peor sino para mejorar.