Por René Mondragón.-

ASOMOS GRAMATICALES

Cuando se conjugan los verbos-acción en tiempo pasado -o pretérito, como decía mi maestra Mimí, de cuarto año de primaria- se hace porque surge algo lleno de nostalgia, momentos plenos de aprendizajes de vida, recuerdos de lo que pudo haber sido y no fue; anhelos que se quedaron en eso solamente, o en el mecanismo que nos permite reprocharle a alguien, todo tipo de omisiones y negras experiencias. Eso último es el caso.

Llegamos al momento en la vida de este país y en el período menguante del patético sexenio del presidente López Obrador, en que es indispensable conjugar los resultados alcanzados y hacerlo “en tiempo pasado”

LA ACCIÓN SUSTANTIVA

Sin duda, el verbo apropiado es “poder” que, durante cuatro años, ocupó un lugar preponderante en cada mañana, cada inauguración de cosas incompletas, promesas que jamás llegaron y un mutis como estrategia central del ejecutivo para nublar la realidad, esconder los resultados negativos o distraer al respetable con eventos masivos con los Tigres del Norte o el Grupo Firme que, literalmente, abarrotaron la plancha del zócalo en sendas presentaciones.

LA RELACIÓN

Buscando facilitar la lectura y el análisis, este escribano -a sugerencia de sus bellísimas lectoras y amables lectores- solamente puntualiza la promesa y los resultados alcanzados desde el verbo “poder” conjugado en pasado y sin respeto a la cronología de los hechos.

Ofreció tener todas las respuestas y el total de las soluciones para todos los graves problemas de este país… El presidente no pudo.

Prometió bajar el precio de la gasolina a 10 pesos… El presidente no pudo.

Prometió abatir la violencia, los homicidios, los secuestros y feminicidios… El presidente no pudo.

Ofreció acabar con la opacidad en las tareas de gobierno… el presidente no pudo.

Aseguró que terminaría con la corrupción… el presidente no pudo.

Ofreció que nadie estaría por encima de la ley -su familia incluida- … el presidente no cumplió.

Se comprometió a terminar con los escándalos de funcionarios… el presidente no cumplió.

Ofreció llevar las investigaciones sobre delitos y hacerlo hasta sus últimas consecuencias… el presidente no cumplió.

Se comprometió apoyar en serio, a las personas de la tercera edad… el presidente no cumplió porque la inflación “se comió” el poder adquisitivo de los apoyos.

Ofreció abatir con el uso discrecional y cínico en el manejo de la cuenta pública y la Auditoría Superior de la Federación lo desmintió… el presidente no cumplió.

Ofreció sancionar a todos los funcionarios tramposos y solamente los cambió de adscripción… el presidente no cumplió.

Se comprometió a mejorar la economía de las familias mexicanas, de los empleadores y emprendedores… el presidente no cumplió.

Ofreció un sistema de salud como en Dinamarca… el presidente no cumplió.

Formuló 100 compromisos al inicio de su mandato… el presidente no cumplió.

Se comprometió a resolver todos los temas en materia de inseguridad… el presidente no cumplió.

Ofreció a los mexicanos vivir en paz… el presidente no cumplió.

Se comprometió a regresar al ejército a los cuarteles… el presidente no cumplió.

Prometió disminuir los homicidios dolosos al 50 por ciento… el presidente no cumplió.

Ofreció desarmar a los cárteles de la droga… el presidente no cumplió.

Se comprometió a actuar en forma justa con las familias de los desaparecidos… el presidente no cumplió.

Ofreció un crecimiento sostenido de la economía… el presidente no cumplió.

La descripción posible rebasas, con mucho, el espacio que gentilmente le es otorgado al escribano, pero la historia en tiempo pasado, sin duda, continuará!