¿Evangelizar al Estado Laico?
Por René Mondragón.-
CALEIDOSCOPIO LAICO
Característica peculiar de la 4T, ha sido la ambivalencia de sus fundamentales, donde una cosa puede ser en un momento, y al otro, dejar de serlo o convertir el objeto en cualquier otra cosa.
Así, toda la liturgia del juarismo liberal, jacobino, arreligioso y anticatólico, puede esgrimirse en el fondo y forma de la narrativa presidencial, para que, momentos después, los chamanes, las limpias, la brujería y el incienso, se mezclen para “bendecir” al mandatario.
De ahí, navegar entre Alfonso Reyes, la concepción de hermandad socialista del expresidente Morales, el reparto de la curiosa Cartilla Moral, la definición de Moral en el concepto del Ejecutivo; la participación en los honores a Naason Joaquín García y su muy discutible luz del mundo, para pasar de ahí a la generosa entrega a la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas –Confraternice- del pastor Arturo Farela, dejan entrever un sincretismo y eclecticismo, hacen parecer a Panesio de Rodas, Filón de Larisa o Galeno de Pérgamo, como miembros del gabinete ampliado. Es decir, se trata de un caleidoscopio extraño que en latín vulgar representa lo que mi santa agüe denominó como “un batidillo”
AHORA RESULTA
No fue solo López Portillo quien, obligado por Doña Cuquita –su señora madre- quien se vio en la posición de autorizar la celebración de la Santa Misa en Los Pinos. Ahora, de acuerdo con el columnista Julio Hernández y su “Astillero” (05-12-2019) se ha hecho pública la participación del presidente López Obrador en actos de oración en Palacio Nacional, con la predicación pastoral de Arturo Farela, presidente de las Iglesias Cristiana Evangélicas.
Es interesante destacar que esta agrupación religiosa, será la intermediaria ad hoc, para repartir la famosa Cartilla Moral –proyecto que parece haber sido congelado- sino que, además, Confraternice ha sido seleccionada para que –de acuerdo con la nota de Julio Hernández- los participantes del programa “Jóvenes Construyendo el Futuro”, además de ubicarse en una empresa que les aportará 3,600 pesos por mes y durante un año, para aprender algún oficio, como parte del desarrollo de sus competencias “blandas” –conforme a los lineamientos publicados en el Diario Oficial de la Federación, recibirán una hora diaria de doctrina cristiana y espiritual.
EL PROCESO DE EVANGELIZACIÓN
De inicio, la idea aparece como una buena intención. Este escribano ha sostenido en diversas ocasiones –tal y como lo recuerdan mis adorables lectoras y amables lectores- que el miedo jacobino de varias administraciones federales, a la religión, es un tanto miope, porque de suyo, las religiones proponen la formación de buenos ciudadanos, buenos padres de familia, buenos empresarios y buenas personas. Esto siempre será saludable.
El problema puede radicar en el hecho de que esas sesiones de indoctrinamiento, se conviertan en un mecanismo de proselitismo ideológico-político a favor de un partido o de alguna plataforma de pensamientos disolventes. Vale la pena subrayar que no se trata de una subcultura de elementos costumbristas.
Quienes recibirán estas enseñanzas evangélicas de Confraternice, rebasan ya la cantidad de siete mil jóvenes becarios, y la cifra se incrementará con la promoción-proselitismo que realicen 25 de los activistas llamados siervos de la nación, además del trabajo impulsado por centenares de voluntarios que promueven esta tarea.
DÓNDE ESTA LA CLAVE DE TODO
Si la intención es formar a los jóvenes en valores trascendentes, el esfuerzo vale. Pero, si en el terreno de los hechos, esto sirve para ahondar el discurso que divide a los mexicanos; para fomentar las narrativas de odio, empleando algunos conceptos de origen religioso, entonces habrá que estar alertas y al pendiente de los frutos y resultados.
Con enorme razón, SS Francisco plantea: “En un mundo en el que diversas formas de tiranía moderna tratan de suprimir la libertad religiosa, o de reducirla a una subcultura sin derecho a voz y voto en la plaza pública, o de utilizar la religión como pretexto para el odio y la brutalidad, es necesario que los fieles de las diversas religiones unan sus voces para clamar por la paz, la tolerancia y el respeto a la dignidad y derechos de los demás”.
El riesgo de abrir otro frente más que divida a los mexicanos es latente. De suyo, las marchas de varios cientos de miles de personas, claman ya por la paz, la tolerancia y el respeto a la dignidad y los derechos de todos. Al tiempo.