Ante el anuncio del ajuste diario que tendrán los precios de las gasolinas y el diésel a partir de esta semana, los senadores del Partido Acción Nacional (PAN) insistimos en que el Gobierno federal debe revertir los llamados “gasolinazos” y poner orden en el manejo de las finanzas públicas, señaló el coordinador del Grupo Parlamentario, Fernando Herrera Ávila.

“El PRI-Gobierno debe mostrar sensibilidad y voluntad política, ya que está en sus manos atender un problema que preocupa y afecta a la economía de las familias”, dijo.
Herrera Ávila consideró que la decisión de no ajustar a la alza los precios de los combustibles, el viernes pasado, y reducirlos en dos centavos, es una medida, aunque positiva, que no resuelve el problema de fondo, ya que a partir del martes habrá variaciones diarias en los precios máximos por regiones.

El legislador por Aguascalientes dijo que a la actual administración le ha faltado verdadera voluntad para resolver el problema, toda vez que tiene ante sí distintas opciones.

Sectores de la sociedad han formulado propuestas y argumentos que demuestran que es viable dar marcha atrás a esta medida que castiga a los mexicanos, no sólo con gasolina cara, sino con una escalada general en los precios de productos y servicios, lo que se traduce en un menor poder adquisitivo, mencionó.

“Los senadores de Acción Nacional hemos insistido en que el problema de fondo es la debilidad de las finanzas públicas, agravadas por el excesivo gasto público y la irresponsable aceleración de la deuda en los que incurrió la actual administración”, subrayó.

En este sentido, expuso que la bancada panista acordó impulsar en el actual periodo ordinario de sesiones diversas iniciativas, entre ellas, para que la Comisión de Energía del Senado revise la estructura de costos de gasolinas, diésel y gas licuado, así como mecanismos de control de inflación: diésel agropecuario, diésel marino y subsidio al peaje.

Asimismo, las propuestas buscan lograr finanzas públicas sanas, reducir el gasto programable de la administración pública federal, hacer una reingeniería a la administración pública federal, disminuir la deuda, destinar al pago de la deuda la totalidad de los remanentes del Banco de México y modificar el mecanismo mediante el cual se aprueba el presupuesto, indicó.