IMPREPARACIÓN NACIONAL
Julio Faesler.- En el primero de los Cuadros de una Exposición de Modest Mousorsky un grotesco gnomo de exagerados tambaleos y deslizamientos destroza lo que ve.
La impreparación y las improvisaciones son la marca de fábrica del gobierno del presidente López Obrador. No debia ser así pero AMLO se empeñó desde el inicio de su gestión a desmantelar los instrumentos que requería y heredó de las anteriores administraciones para realizar sus planes. Por eso, cuando necesita instrumentar una de sus iniciativas no está preparado y de prisa recurre de especialistas hasta extranjeros para mal resolver el caso. La impreparación de los funcionarios para atender sus propias áreas daña todo.
Asi lo vimos en la caída de la Línea 12 del Metro citadino. En la tragedia actual de los diez mineros atrapados de Coahuila a las dos semanas de infructuosos intentos se llama a dos empresas especializadas más para avalar los métodos de salvamento que para ayudar a los 500 rescatistas que desesperanzados intentan salvar a los desahuciados.
Abundan ejemplos. El gobierno nunca admite su incompetencia. Como en el caso del desastrado sistema de salud, prefiere acusar de dañinos e ilegales los servicios elementales de consulta que ofrecen muchas farmacias privadas, que reconocer una benéfica intención. El ISSSTE y el IMSS son muy burocráticos, tardados e insuficientes. La gente acude a los doctores que las farmacias facilitan por sus servicios rápidos muy a la mano y que el Estado no puede dar. Los médicos cubanos aparecen alegando que los servicios médicos especializados son insuficientes lo que es en si una vergüenza. Coincide con la asfixia presupuestal que desvía fondos autorizados a la red de salud para destinarlos a las obras de “seguridad nacional”. Así se distraerán recursos de otras cuentas para cubrir costos crecientes de, por ejemplo, el Tren Maya al que se oponen expertos hasta del propio gobierno mientras se manipulan aprobaciones locales para que unos cuantos especulan con terrenos o deforestación. Otros ejemplos deplorables del mismo tipo son la refinería Dos Bocas o el AIFA.
Pero el criminal desgobierno está en el sector educativo que en la pandemia abandonó escuelas enteras al vandalismo y a goteras en cascada y dejó a millones de escolares sin la escuela de tiempo completo. Encima el presidente nombra a ineptos a encabezar la inmensamente crítica función.
De seguir la irresponsabilidad educativa las generaciones se sumergirán en las mediocridades que AMLO encuentra muy de su agrado personal. Seguirán expuestas al modus vivendi de la violencia que se extiende sin fronteras aunque la posición oficial quiera negar el hecho. Le parece mejor enseñar a las juventudes a participar en consultas populares.
La impreparación del régimen Morena sigue y se muestra en la lentitud con que se atiende la degradada calificación de nuestros aeropuertos o la también la ligereza con que el presidente supone componer el próximo 16 de septiembre los diferendos que él personalmente ha provocado con Estados Unidos y Canadá por obstinarse violar compromisos ambientales claramente enumerados en el tratado trilateral norteamericano al preferir combustibles fósiles en la operación de CFE y Pemex.
Pero las repercusiones internacionales no cuentan en la mente del presidente de la republica ni en la de sus secretarios. De no atenderse, sin embargo, con inteligencia y previsión al T MEC quedaremos expuestos a los efectos de consultas, proccdimientos y hasta eventuales sanciones. Ya se especula sobre un posible ”Mexit”.
Las responsabilidades del ejercicio presidencial se extienden en el tiempo. Los intentos anticonstitucionales de AMLO por instaurar férreamente la 4 T añadidos a un eventual resultado adverso de las elecciones de 2024 podrían inducir al siguiente presidente a enjuiciar a AMLO tal como éste lo ha querido hacer contra Peña Nieto o Calderón Hinojosa por actos de pasados sexenios. Debe cuidarse. Esta es una de las razones por las que López Obrador se preocupa en asegurar que quien lo suceda le guarde las espaldas.
Dejemos a un lado toda especulación. Hoydia hay intereses inmediatos e importantes en juego. En los dos años que faltan para terminar el sexenio muchos serán los daños, no solo presupuestales, que afecten adversamente al amado pueblo. Hay destrozos irreparables que en estos mismos momentos azotan sistemas ecológicos al tiempo que las arbitrariedades electorales de Morena continuarán para imponer el triunfo de su candidato. El nombre de México está de por medio.
No hay mucha luz en el funesto túnel si no actuamos para detener el proceso de degradación en marcha. Para ello el primer paso consiste en influir en nuestros representantes en las dos cámaras legislativas como se hace en países de democracia avanzada. La otra vía es expresar el apoyo y respaldo cívico a los jueces que valientemente han moderado o detenido la aprobación de leyes o decretos abusivos con que AMLO ha intentado extender su poder presidencial.
Mucho más está por hacerse. Que cada uno de nosotros atienda la responsabilidad que le corresponda. De lo contrario seguiremos siendo co-responsables.
juliofelipefaesler@yahoo.com