En días pasados vimos el Estado de México plagado de espectaculares de Juan Zepeda, en los cuales de forma rápida únicamente se logra ver su fotografía, su nombre y la leyenda “PARA EL ESTADO DE MÉXICO” y algunos otros elementos que hay que observar más detenidamente y con un esfuerzo de la vista o bien una lupa, dentro de esos elementos que por su tamaño no se distingue su contenido se encuentra uno que hace referencia a un primer informe de actividades legislativas.

Seguramente para la gran mayoría de las personas que vieron ese despliegue promocional fue la primera ocasión en que supieron de la existencia de dicho personaje y después de 13 días de verlo en sus anuncios nunca se enteraron que es diputado.

La campaña que vimos hace unos días por parte del diputado Zepeda parece más una intención de darle la vuelta a la ley y promocionarse seguramente con miras a ser candidato de su partido a gobernador el próximo año y eso únicamente contribuirá a que se incremente el descrédito que hoy hay respecto a los políticos.

La ley en nuestro país prohíbe a los servidores públicos difundir su imagen y nombre con recursos públicos, con la excepción de cuando rinde su informe que se le conceden 7 días antes y 5 después para darlo a conocer entre la población.

En una democracia el hecho de informar por parte de un servidor público y sobretodo de un representante popular como lo es un legislador es una obligación si bien no jurídica si ética y política, rendir un informe de lo realizado en el cargo es también el proponer una evaluación pública y por tanto hay que dar la información necesaria y suficiente para que toda persona pueda otorgar una calificación al representante.

Estoy convencido que el acto de informar además de ser una obligación ética, cuando se cumple dando cuentas sobre lo realizado con el cargo conferido, de una forma honesta y franca, puede ser también una manera de darse a conocer no con base en una buena foto sino con el sustento sólido del trabajo realizado.

¿Qué nos dejó la semana pasada? El dicho de Peña Nieto sobre que él no se levanta pensando como “Joder a México” sin embargo, aunque no piense en como hacerlo lo está logrando.