Jóvenes: ¿Al poder por el PAN o a la sociedad en el PAN?
Salvador I. Reding Vidaña.- “Somos una nueva generación capaz de cambiar al país”, dijo Ricardo Anaya, entonces presidente de Acción Nacional, a jóvenes reunidos en la sede del CEN panista hace tiempo. Cierto, siempre y cuando esta nueva generación sea políticamente auténtica.
Sí, la llegada y la “puesta en marcha” de la juventud interesada en la política permitirá enriquecer al partido para que, unidos a tantos buenos panistas que estamos decididos a “enderezar al PAN” en su actual crisis, a que este partido sea lo que deseaban sus fundadores y muchos panistas auténticos a lo largo de la vida del partido: una “brega de eternidad”, “por una patria ordenada y generosa y una vida mejor y más digna para todos”.
Pero hay algo muy importante que remarcar y no dejar de repetirlo, y es que el PAN NO es agencia de colocaciones ni club de amigos que mutuamente se apoyan para trepar la escalera de los puestos políticos de elección popular (o de designación como plurinominales, o funcionarios públicos privilegiados).
Uno llega y se queda en Acción Nacional para crear una “patria ordenada y generosa” y lograr “una vida mejor y más digna para todos”, y no para pasar la puerta en busca del poder y sus correspondientes beneficios personales: ¡ya no más oportunistas! Afortunadamente, hay oportunistas desilusionados que llegaron se alejan del PAN; no se les quiere adentro.
Escuché de paso ese sábado pasado en el CEN a un conferenciante hablarles a los jóvenes (ignoro lo que haya dicho inmediatamente antes) sobre su incorporación al PAN para llegar a ser presidentes municipales, gobernadores, presidentes de la república, diputados y senadores. Visto así, puede ser muy mal interpretado. ¿Por qué?
Porque si el objetivo de inscribirse en Acción Nacional es lograr esos cargos de poder, algo muy grande está faltando. Una persona bienintencionada, idealista, socialmente responsable, puede buscar esos cargos ejecutivos y/o legislativos como un medio de servir a su patria, pero no para disfrutarlos con el poder (y el dinero) que ello conlleva, y por medios aceptables o inaceptables.
¿Salvar al PAN o salvarse a uno mismo? Para “salvar al PAN” se requiere la acción ciudadana de los militantes del partido, en particular de los jóvenes; si es así, el PAN se salva solo.
Lo que los jóvenes llegados al PAN deben hacer, como todo militante debe, es primero ser factor de desarrollo humano de la sociedad, trabajar en obras y actividades en favor de la población, y de allí lograr, en correspondencia, que la ciudadanía apoye a Acción Nacional en su actividad político-social. México necesita buenos líderes sociales, ciudadanos, de los cuales los verdaderamente capaces e íntegros ocupen cargos de poder público.