Jóvenes, hagan frente al desafío, es por México
Por Esther Quintana.- Yo me pregunto desde hace buen tiempo si alguien tiene las palabras adecuadas para llegar al alma de los jóvenes, y despertar su interés en la cosa pública. ¿Alguien las conoce?, ¿cuál es la llave que abre la puerta al diálogo con este grupo tan importante de la sociedad? Tal vez habría que repensar una estrategia que cohesione sus intereses, sus gustos, perfiles, pero mucho más allá de las redes por las que transitan de manera consuetudinaria.
Hay quienes estiman que los muchachos son sujetos problemáticos, irrumpiendo en el statu quo con estridencia, con un desplante individualista aterrador y un pisoteo grosero a los valores, pero también existe otro enfoque, el que los considera como sujetos emblemáticos, esperanza de futuro, relevo generacional, salvaguardas de la reserva de valores éticos y morales. Yo me inclino por la segunda apreciación, y sin duda por el cariño particular que quedó sembrado en mi corazón después de 20 años de cátedra universitaria. No me ciego por ello, sé que la construcción de ciudadanía surge de la participación ciudadana, y hoy día campea una gran apatía juvenil con respecto a este ejercicio sine qua non para fortalecer nuestra democracia.
Los jóvenes son un elemento clave para la evolución de nuevas formas de comunicación política, porque su tiempo es bien distinto al de generaciones anteriores, ya no digo de la de sus abuelos, sino de la de sus padres. Y hoy hay mucho obsoleto, está en sus manos cambiarlo para bien.
Más allá de los medios tradicionales de comunicación, la radio, la televisión, los periódicos impresos, revistas, hoy lo que ellos consumen se cuece en otros “trastos”: Medios electrónicos, radio en internet, TV, internet, prensa digital, portales web, blogs, Twitter. En cuanto a la búsqueda de información sobre política, los estudios remiten que son la televisión, internet y Facebook, a los que con mayor frecuencia recurren los jóvenes universitarios. Y eso, desde el punto de vista de los comunicólogos Bennett e Iyengar se explica porque “los ciudadanos jóvenes confían más en opiniones de contactos a quienes ellos consideran líderes de opinión, que en las opiniones de editorialistas o presentadores de noticias consagrados en los medios tradicionales”.
Que no nos extrañe pues la moda de los “influencers”. El denominado “marketing de influencias”, que se caracteriza por la creación de redes sociales digitales por donde transitan los opinólogos que recomiendan marcas atrayendo un mayor número de consumidores en términos económicos, pero no escapan de su área las elecciones constitucionales para inclinar la balanza a favor o en contra de los candidatos.
Y vuelvo al tema de la desafección juvenil por la política y por los políticos. El comunicólogo Ramón Zallo la explica apuntando que es consecuencia de “demandas ciudadanas insatisfechas, rutinas electorales e institucionales, partidocracia, corrupciones, represión policial y endurecimiento penal, divisiones de poderes sólo formales y decisiones orientadas por el capital financiero fuera del sistema democrático”. Y Antoni Gutiérrez-Rubi, refiriéndose a las generaciones millennial y centennial, habla sobre la persuasión que los partidos políticos pudieran hacer para vencer esta indiferencia, que se topa en primer lugar con “su notable desapego a cualquier afiliación política.
A esto se le suma el haber vivido durante toda su vida en un régimen democrático estable, lo cual condiciona sus actitudes para que demuestren escepticismo en relación al beneficio real de la participación o militancia en algún proyecto político tradicional. Muy por en cambio, prefieren encontrar por sí mismos vías para hacer oír su voz y poder expresarse políticamente de forma directa, desestructurada, puntual y esporádica”. Está bien canijo, como dicen en mi rancho, pero se tiene que encontrar la manera de entenderse con ellos. Los jóvenes entre los 18 y 29 años representan el 27.76 por ciento de la lista nominal del INE. Y probablemente más. Este dato es de 2021.
De modo que está más claro que el agua, que es URGENTE diseñar una campaña de comunicación estratégica, táctica y disruptiva, partiendo de un conocimiento pleno del contexto, de sus intereses, de sus actitudes, para dilucidar la manera más efectiva de plantear su relación con el abanico de expresiones políticas que hoy tenemos.
Es urgente ofrecerles un espacio en el que se sientan representados genuinamente, tan representados que se conciban no sólo parte, sino protagonistas de su comunidad. Solo así se generará el compromiso para que se involucren en la toma de decisiones sobre asuntos que les atañen directa o indirectamente, asumiendo un papel activo en la vida social y política de la sociedad.
Es sustantivo crear esos espacios porque resulta esencial que se les garanticen oportunidades REALES de desarrollo educativo, social y económico. Hamdi Ulukaya, fundador y CEO de Chobani, en un discurso pronunciado ante graduados de la Universidad de Adelphi, les dijo que vendrían muchos días en que la vida “los obligue a cambiar”. Y que da mucho miedo, pero que él nunca dejó que eso le impidiera seguir adelante, ni dejar de ver las oportunidades de lo desconocido. Yo pienso igual, los invito a romper paradigmas, México en breve estará en sus manos, de ahí la relevancia que lo conozcan en primera persona, no de oídas. Y ya entrados en gastos, les juro, que ser honesto no es sinónimo de pendejez, ni la política un pudridero de basura. Entren y actúen sin mezquindad.