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La generación que despertó

Por: Amin Anchondo Alvarez

El país está viviendo un despertar que llego justo en el momento indicado. Lamentablemente este despertar se dio en las circunstancias de la serie de tragedias ocurridas debido a los sismos que sacudieron nuestro país el último mes.

El mexicano (como todos los humanos) no aprende en cabeza ajena. Teníamos que vivir un suceso de esa magnitud para poder dimensionar la capacidad del mexicano para recuperarse de grandes problemas. Fuimos héroes ante un mundo que se quedó atónito con la capacidad de respuesta y solidaridad de un pueblo que suspendió toda actividad para voltear y ayudar al afectado. Pero lo mejor de todo es que nosotros mismos nos dimos cuenta de lo que logramos y nos lo aplaudimos. Cosa que nunca pasa en nuestro país y es un gran logro, ahorita veremos por qué.

Hagamos un ejercicio: Imaginemos que nuestro país es una persona y pues resulta que esa persona está en depresión porque tenemos una serie de tumores y pues creemos que esta todo mal, que no hay solución. Pero vamos al doctor y nos dice que no todo está mal, que si existen tumores muy malignos que son muy peligrosos si no los atendemos pero que el sistema respiratorio está bien, que tenemos un sistema digestivo funcionando, etc. Hago esta reflexión porque en realidad no todo está mal en nuestro país, pero esos tumores tienen nombre: corrupción, delincuencia, impunidad, desigualdad, pobreza, etc.

Decía que un gran logro fue reconocernos el acto heroico que logramos como país y sobre todo los jóvenes (que nos tenían catalogados como apáticos, irracionales, desmotivados, desorganizados, etc.) porque este hecho fue como haber encontrado la medicina a los males y sobre todo una esperanza para salir de esta depresión. Se genera una gran oportunidad.

El siguiente paso es reconocer y dimensionar que la corrupción, impunidad, inseguridad, etc. Todos los días afectan a más gente y le quitan toda la esperanza a más gente que los propios sismos vividos. Nos falta entender que debemos organizarnos y participar todos para erradicar de una vez por todas esos problemas (tumores) que nos están derrumbando como país.

La esperanza volvió a nacer. Los jóvenes nos dimos cuenta de nuestro potencial. Ahora todos queremos participar, pero no sabemos dónde o en qué. Nos movemos por causas y por la inmediatez. Espero eso lo entiendan los adultos y sobre todo los políticos para que nos ofrezcan causas concretas, logrables y correctas.

Sería un gran error desperdiciar esta oportunidad que se nos brindó y desaprovechar la motivación a participar por un bien común a una generación que considero clave para lograr el país que todos soñamos, los jóvenes.

Como dijo David Faitelson: Pídele a un joven que levante su cuarto y no lo hará, pero pídele que levante a un país y lo hará. Yo no dejare pasar esta oportunidad ¿Y tú?