LAS TRASCENDENTALES CONSULTAS
Por Julio Faesler.-
No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague
El arranque de consultas en el marco del T MEC marca la el inicio de una nueva etapa de este acuerdo trilateral, versión corregida y aumentada del TLCAN. El texto actual fue negociado por la administración anterior contiene disposiciones que hay que cumplir. Pacta sunt servanda, especialmente en el caso de los compromisos internacionales. Hoydía el mundo entero está pendiente del respeto a acuerdos y alianzas de toda índole que están vigentes.
Resulta que en sus primeros tres años de gestión AMLO se ha dado gusto de intentar establecer instituir su visión autoritaria del gobierno. En la primera mitad de su sexenio al lado de hacer echar a andar sus proyectos más icónicos también ha venido experimentando trabas más frecuentes a sus propósitos. La popularidad en las encuestas no indican su verdadera fuerza electoral para 2024. Al acortarse su tiempo debe escoger entre persistir en su intención de imponer un régimen de absoluta autonomía nacional adosada con su conocida aversión a lo norteamericano y empresarial que fácilmente puede agitar en el pueblo sabio o bien reconocer que las sociedades no se transforman por simple decreto, sino tras de pesados sacrificios que generalmente soportan los cautivos sectores populares sin más alternativa que aguantar .
El T MEC tiene por objeto consolidar la vigencia de un capitalismo de libre empresa en el continente norteamericano. Postula el firme respeto de la propiedad privada y constriñe al Estado a la obligación de asegurar condiciones favorables para que el sector privado pueda opere con éxito los mecanismos que crean y mantienen los artículos y servicios que el mercado requiere. La conjugación de demanda y oferta forman la ecuación que la empresa privada está encargada de resolver. La función del sector público está acotada lo más posible.
En dicho escenario de economía liberal el factor financiero cobra importancia en comparación al factor productor. El resultante desequilibrio crece con dinámica propia y de no acotarse es inevitable que supere en poder e influencia sobre el sector productor.
Lo anterior contrasta directamente con la visión del mundo de AMLO en que el gobierno no sólo ofrece seguridad y justicia social. La actitud de López Obrador considera imprescindible la función rectora del Estado para velar que la ecuación oferta-demanda o la articulación capital-trabajo, siempre opere en beneficio de la mayoría de la población.
Las consultas que están iniciando en el marco de T MEC, que tienen por objeto dirimir el choque de posiciones contrastadas de Estados Unidos y Canadá en materia de energéticos y su repercusión en el área cada vez más sensible de la ecología, subrayan el contraste de visiones. Es en un asunto tan trascendental donde el problema se agrava ya que el presidente mexicano ha abrazado una posición de una izquierda anticuada y radical, muy ajena a la visión de la izquierda moderna que ha venido madurando sus posiciones menos a la controversia y polémica de partidos para dirigirse a atender mejor las necesidades cotidianas del pueblo que son salud, educación, alimento y empleo.
AMLO tiene que atender las necesidades más ingentes de la población para lo cual se requiere enderezar el rumbo y, por ejemplo, implementar una reforma fiscal para dotar al Estado de los recursos que requiere para atender responsabilidades que aumentan y para modernizar su política de comercio exterior para que éste no se limite a intercambios de mercancías, sino a promover nuevas producciones y empleo.
La solución de los problemas de atraso en que México y muchos países se encuentran está en diseñar y ejecutar programas dentro del cauce incluyente para que todos participen en el desarrollo y el bienestar.
Las consultas que empiezan tienen que admitir las opiniones de Estados Unidos y Canadá cuyos sistemas insisten en imponerle a la nuestra su estructura económica. El concepto de soberanía y que el gobierno de México invoca constantemente y que lo sitúa en una ruta de choque, debe ser entendido en el marco de la cooperación internacional en materia económica de la misma forma que ya existe en otras materias como el ambiental, cuya importancia está creciendo cada día. Esa cooperación asegura un reparto de beneficios equitativo y evita que prevalezcan sólo los intereses de los socios más fuertes.
La negociación es difícil y su éxito dependerá que el presidente, quien aparentemente quiere radicalizar la postura, entienda que es más importante el T MEC como promotor de inversiones y ocupación y así se servirá mejor a la Patria.
juliofelipefaesler@yahoo.com