LIBERTAD SOLO PARA HABLAR BIEN DE MÍ Por René Mondragón

Reconocer que el segundo piso tiene una capacidad brutal para medir las reacciones y verificar con certeza el tipo de ámpula que generarán sus propuestas, es formidable. Así ha sido y fue desde la entronización de López Obrador. Hoy día, no podría ser de diferente manera. Se lanza el estímulo, se va midiendo la temperatura política y finalmente, se toman decisiones. Se incluye echarse para atrás, en nombre de la escucha al pueblo bueno
UN EJERCICIO QUIRÚRGICO EN POLÍTICO
El procedimiento es tan eficaz como sencillo. Se lanza una propuesta p cualquier tema: aborto, relaciones internacionales, corrupción, salarios, sustitución de importaciones o mentadas de madre contra Trump. Después viene el momento de echar a andar todo el aparato que mide y evalúa la sensibilidad política –tanto en el pueblo bueno como en segmentos de generadores de corriente de opinión- y si el respetable se rebela, empieza a presionar, la gente sale a las calles y bloquea espacios o un sector pensante se sube al ring, entonces las propuestas se matizan, se llena de eufemismos y promesas, pero si este primer round no funciona, se vuelve a la carta con un lenguaje más cálido y transparente en apariencia.
No obstante, cuando la sociedad se molesta fuerte y empieza a presionar por nuevos medios, entonces, en un arranque de contaminación democrática, la autoridad echa para atrás sus pretensiones. De lo contrario, el limitadísimo porrista senatorial, lanzará nuevas bravatas.
Obviamente, si las reacciones sociales son pobres, tímidas y desangeladas, el tema de la autoridad llegará hasta las últimas consecuencias. El ejercicio funcionó con los órganos autónomos desaparecidos, con la Corte, el INFONAVIT y próximamente, con los críticos del sistema morenista.
DECIR LO QUE ES, PERO NO ES
Se trata de ponerle mordaza legal a las voces y plumas que critican al gobierno de la 4T, pero la narrativa siempre señalará que jamás se pensó la iniciativa con esa funesta intención porque en el gobierno del segundo piso, jamás habrá indicios de censura.
No se requiere ser un gran analista o un conocedor de la técnica jurídica, para entender que se trata de una censura total, en donde el pueblo nuevamente infantilizado, deberá obedecer y comprender, dar gracias y sublimar la acción de aplaudir por sistema, costumbre y cultura, las decisiones quien detenta el poder. Lo demás será satanizado..
YA EN EL RING SAN LÁZARO
Morena y familia que los acompaña –no podía ser de otra forma- se convirtieron en la “minoría mayoritaria” que aprobó la ley mordaza, en tanto que la simbólica oposición acusó la intentona de la “Ley Sheimbaum” como un riesgo elevado para la libertad de expresión y además, es un camino bien pavimentado para el totalitarismo de facto.
DESDE GAYOLA
Para Artículo 19, la nueva ley centraliza el control del espectro radioeléctrico, porque en los hechos, otorga o retira concesiones, dependiendo de si el medio o el comunicador o el dirigente de opinión se alinea o disiente del segundo piso. En el centro de todo: la afinidad política podrá determinar que, incluso, las plataformas digitales puedan ser bloqueadas y sancionadas –igual que en Cuba, Venezuela o Nicaragua- si alguien se atreve a disentir.
Desde luego, este tipo de iniciativas van en contra de distintos estándares internacionales en el tema de libre expresión. Sin embargo, el impertérrito y doctoral presidente del Senado le mentó la madre al Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos (ONU-DH) porque se atrevió a demandar libertad de expresión, privacidad e información.
Por ello, la doctora Sheimbaum espetó: (…) hay una redacción ahí que tiene que ver con plataformas digitales, en todo caso hay que corregir la propia redacción”, reconoció.
FRENO DE EMERGENCIA
La presión de todas partes resultó eficaz. Claudia Sheinbaum, terminó ordenando a los legisladores –qué bueno que son Poderes diferentes- frenar la aprobación y modificar —o definitivamente quitar del proyecto— el texto que establecía la posibilidad de que el Gobierno bloqueara plataformas digitales, que como todo mundo sabe, provocó controversia entre la oposición y los dueños de distintos medios.
El colofón es genial. El escribano cita textualmente: ““Ese artículo tiene que aclararse para que no demos ningún argumento a la oposición y a nadie de que lo que queremos es censurar a una plataforma digital como Facebook, YouTube, etcétera”
Final feliz…. Por lo pronto.