Manuel Gómez Morín Martínez del Río devalúa la franquicia del apellido.
Sin duda, hablar de uno de los nietos del fundador del PAN, Manuel Gómez Morín Martínez del Río, es hablar de un oportunista y vividor de la franquicia de su apellido, es hablar de un personaje que no llega ni a la valenciana del pantalón de su abuelo. Dicho lo anterior, me referiré a él como “Manuel Gómez” para no empañar el nombre de quién fuera el gran creador de instituciones.
Manuel Gómez aparece en la escena interna del PAN de Naucalpan en 1996, cuando es descubierto por José Luís Durán, entonces presidente municipal electo del municipio, como parte del inventario que dejaba la administración priísta saliente; ya que, se desempeñaba como colaborador jurídico de dicho gobierno 1994-1996.
A partir de entonces, José Luís Durán vió la oportunidad de agenciarse valioso pasaporte de entrada, al primer círculo tradicional de Acción Nacional. Desde entonces, Manuel Gómez ha participado siempre como un apéndice de la familia Durán, en el ámbito partidista de Naucalpan y el Estado de México.
Es de destacar que Manuel Gómez siempre buscó ser sucesor de José Luís Durán, en las dos ocasiones que el último fue alcalde de Naucalpan (años 2000 y 2009), en ambas ocasiones sus intentos fueron frustrados por su falta de independencia y oficio político, para ganar la convención y la designación, respectivamente, de dichas candidaturas a la alcaldía de Naucalpan. Sin embargo, el apoyo de Durán si le valió para ser designado candidato a diputado federal por el distrito 21, al tiempo que Patricia Durán era designada candidata del distrito federal 24, en el año 2003.
En el año 2015, Manuel Gómez realiza su tercer intento por obtener la candidatura del PAN, a la presidencia municipal de Naucalpan, ejercicio que echa por tierra cuando termina declinando, en la precampaña interna, en favor de José Luís Durán; de nueva cuenta, la eterna sumisión a los designios de Durán minan la credibilidad hacia Manuel Gómez, como un político independiente. Y como fue de esperarse, dicha dupla pierde la elección interna y, por tanto, la candidatura de Acción Nacional.
Como resultado de su frustración y desvaríos de personalidad, Manuel Gómez no supera su tercera derrota, tratando de ser candidato del partido a presidente municipal de Naucalpan, situación que lo conduce a boicotear la campaña del candidato postulado por la militancia, Edgar Olvera. Así, Manuel Gómez, operó en favor del candidato del PRI, postulado al mismo cargo de candidato a presidente municipal, participando en el diseño de una contracampaña con la disidencia del PAN que se aventuró a acompañarlo, para promover el voto en favor del PRI y, como último recurso desesperado, interponer una impugnación en contra del triunfo de Edgar Olvera y el PAN, en Naucalpan.
Por tales actos, por atacar la campaña de un candidato emanado de Acción Nacional y por impugnar el triunfo del PAN en el municipio de Naucalpan, el Comité Directivo Municipal inició un procedimiento sancionador, ante la Comisión de Orden del Consejo Estatal, que redituó en 2016 con la expulsión de Manuel Gómez, como militante del partido. Proceso que encontró la obstrucción del entonces Secretario General del CEN del PAN, Damián Zepeda, por calificarlo como un “hecho escandaloso”, por tratarse del nieto de nuestro fundador.
Para el presente año 2018, ya confiado en que la franquicia de su apellido le brindaba fuero, ante sus actos de deslealtad al PAN, de manera cínica, pública y abierta, Manuel Gómez se regodeó a sus anchas con sus ya conocidos bandazos de indefinición política: apoyó la candidatura independiente de Margarita Zavala; milita en Ruta 5, una organización contraria a Acción Nacional y presidida por la pareja: Manuel Espino y Patricia Durán, en la que definieron apoyar a López Obrador y Morena, en los procesos electorales del presente año; y promovió el voto, en el caso particular de Naucalpan, en favor de Patricia Durán, como candidata de Morena a la alcaldía de Naucalpan.
Y para cerrar el año con broche de oro, con gran desvergüenza y desfachatez, Manuel Gómez pretende postularse como candidato a Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN, sin ningún mérito y carente de historia de lucha y entrega, poniendo como único argumento: ser el nieto de Manuel Gómez Morín. Una vez más, Manuel Gómez regentea la franquicia del apellido, para sacudir sus deslealtades al partido y para ser un vividor del prestigio de su abuelo.