MARCA OTIS- Por René Mondragón
SUERTUDO
El escribano insiste: ¡Qué suerte tiene el hombre de Macuspana! Es suertudo, porque sin duda, es un mago de la comunicación, la ocurrencia, el desvío de la atención sobre lo importante, para abrirle paso a la fruslería, a lo superficial, baladí; y un verdadero prestidigitador cuando se trata de hacer funcionar su insustituible caja china.
Sabe disfrazar muy bien la vendetta ácida, cruel y despiadada, para convertirla en verborrea envuelta en un fetiche de solidaridad, en defensa de los pobres y aferrándose al poder a costa de lo que sea. El asunto es pasar a la historia como gran transformador, aunque sus obras insignia han evidenciado ser un tremendo y costosísimo fracaso.
PARA AMOLARLA DE ACABAR
Este escribano destaca que el presidente de México es el hombre más generoso del mundo… con el dinero que no es de él. Por eso, la aspiradora de dinero de todos los órganos autónomos a los que ya borró del planeta. Por ello también, lanzar la engañifa de que gana bien poquito y que nadie debe ganar más que él. Claro está que jamás va a mencionar las millonadas que lo rodean como parte de su salario integrado.
Es genial el argumento de que con lo que le va a quitar de recursos a la Corte, se va a levantar Acapulco, todo el Estado de Guerrero, sumando a Oaxaca y Chiapas. Los trabajadores del poder judicial, ¡Esos no revisten la menor importancia!
Haría mejor las cosas si recupera lo que se llevaron con la estafa de Segalmex; con vender al fierro viejo el AIFA y el Metro de la ciudad capital que se cae a pedazos. Ayudaría igualmente, levantar los ingresos por promoción de turismo, colocando trajineras -igual que en Xochimilco- en el siempre inundado predio de Dos Bocas. O bien, recuperar los ingresos por concepto de la venta de cientos de miles de árboles en las hectáreas depredadas para un Tren que corre como a 30 kilómetros por hora.
EL TEMA ES FUERTE
Porque su corcholata no levanta, no trae narrativa propia, solo repite la misma jerigonza de quien la puso ahí porque no hay plan de gobierno, no hay oferta política y solo es echarle incienso a su jefe, con el serio riesgo de tiznarlo, al mismo estilo lambisconiano de Mario Delgado, el mismo de los “eventos multitudinarios” como el del estadio azul.
Los vaivenes y coqueteos presidenciales entre Clara Brugada y Omar Harfuch, y el esquinazo a Marcelo, con el consecuente coqueteo a Dante Delgado Rannauro, vinieron a evidenciar, nuevamente, que el presidente no tiene amigos en su equipo, solo tiene intereses.
Y mis bellísimas lectoras y amables lectores abonan: No dejar fuera a Evelyn Salgado con su inefable y dinosáurico padre, que afronta un huracán nivel 5, desde la comodidad de sus redes sociales; y también, el impertérrito tapete de Cuitláhuac en Veracruz o Ramírez Bedolla en Michoacán, de los cuales, mi santa agüe decía: “¡No haces uno!”
¿Y EL HURACÁN APÁ?
Muy interesante, porque mientras Xóchitl Gálvez propone iniciativas concretas para ayudar a resolver los graves problemas de la gente más necesitada y abandonada de Guerrero, la respuesta desde el Salón Tesorería es ambigua, opaca, sin idea y solamente retórica, prometiendo de que las personas se recuperarán a la brevedad… que estamos juntos… que si se necesita todo el presupuesto, pues, podrán contar con el dinero, porque primero, serán aumentadas las dádivas que recibirán los jóvenes de la tercera edad….
Y mientras, miles de personas quejándose de que no llega la ayuda. Y el presidente, amenazando y maldiciendo a los comunicadores y a los medios que solo ven la parte fea de lo que dejó el huracán.
Sin duda, la marca que dejó el OTIS le va a pegar fuerte al hombre que vive en el búnker. Al tiempo.