Más promesas sin cumplir, que ya no se cumplirán
Por Rafael Morgan.- Aunque ya se iba a pasar a otros temas en esta columna, al revisar “el catálogo” de promesas expresadas y repetidas por el Presidente López Obrador, hay todavía algunas muy importantes que es necesario comentar:
- El compromiso del Presidente de acabar con la miseria y la pobreza en México se ha quedado en eso, en una “promesa de político” planteada solamente para efectos electorales. Es probablemente uno de los dos o tres compromisos en los que planteó y ejecutó programas de acción tales como el reparto de dinero a los adultos mayores, a desempleados y estudiantes; y el aumento a los salarios en porcentajes mayores a la inflación, pero por otro lado eliminó servicios públicos como las estancias infantiles familiares que atendían a los niños de señoras que trabajan y que ahora tienen que pagar por ello; eliminó o disminuyó las Escuelas de Tiempo Completo que proporcionaban alimentos a los niños y los retenían en la escuela hasta las 5 de la tarde, con ejercicios educativos y deportivos; ahora las mamás tienen que pagar alimentos y asistencia de sus hijos mientras salen de sus empleos; tampoco ha habido empleos formales para los jóvenes que han llegado a la edad de trabajar, por lo que más de 32 millones de personas tienen que emplearse en el área de trabajos informales; no ha habido empleos formales suficientes porque este gobierno no favorece la creación de nuevas empresas, antes bien parece que las obstaculiza.
Según Coneval, el porcentaje en pobreza laboral con ingresos que no alcanzan para pagar la canasta alimentaria es de 37.7% de la población; según el INEGI en el Universal del 3 de agosto, el 44.5% de la población ocupada tiene empleo formal y el 55% se encuentran en la informalidad. En resumen, según Coneval están en situación de pobreza más de 50 millones de personas; y más de 7 millones de personas se encontraban en pobreza extrema. Es decir que por un lado se da dinero, por otro se quitan o disminuyen servicios y empleos que ayudan mucho más.
La pobreza y la miseria siguen aquí en millones de mexicanos.
- Otra promesa que quedó ahí, no sólo sin cumplir sino además tratando de ocultar pues se evidenció que la corrupción también la tenían los hijos y parientes del Presidente, más aún, el propio mandatario no ha sido investigado sobre la procedencia de sus ingresos cuando vivió y gastó durante muchos años en los que estuvo en constantes campañas políticas, ingresos sobre los que nunca ha informado y tampoco ha presentado declaraciones fiscales.
Además del involucramiento de sus hijos y parientes, está el probable y nunca conocido pacto con el expresidente Enrique Peña Nieto, a quien por más evidencias que han salido sobre ingresos no reportados y gastos no comprobados, de él y de sus esposas e hijos, no ha habido hasta la fecha ninguna acusación formal.
De su propia gestión, el Presidente no ha actuado en los casos tan notorios como en el de Segalmex, en el Ejército, en los penales, en el Instituto Mexicano de Migración, en Pemex, en el metro, etc. Así, el “pañuelo blanco” que un día mostró para decir adiós a la corrupción, no estaba tan blanco, lo único que quedó fue la impunidad rampante.
- Otra promesa que no se ha cumplido es el de la educación; si bien la pandemia dio al traste con cualquier plan que se hubiera intentado, “agarró” a la SEP con los dedos en la puerta, pues estaba atrasado el sistema educativo: maestros, alumnos, equipamiento y recursos para enfrentar ese fenómeno, sobre todo en cuanto a la enseñanza a distancia, sin capacitación y sin equipo, pero además tampoco había un plan de estudios homogéneo pues el actual régimen no “tenía tiempo” para elaborar los planes de estudio. Este año se ha lanzado un plan de estudios con libros de texto, elaborados con prisa y errores en parte por extranjeros contratados exprofeso, sin consultar con maestros, padres de familia y miembros de la sociedad interesada. Mientras la educación de niños y jóvenes está atrapada, “entre la lucha política e ideológica y no como el bien público y social que representa… sin resultados alentadores; se ataca a la UNAM o al CIDE y se persigue a investigadores distinguidos y se menosprecia a la cultura…” como así lo expresó el ex-rector de la UNAM, José Narro Robles.
Aún así, a pesar del Conacyt y con la ayuda institucional de China, 6 estudiantes mexicanos compitieron en la Olimpiada de Matemáticas en Tokio, donde alcanzaron una medalla de oro, tres de plata y dos de bronce.