METAVERSO CON ESFUERZO, PARA UN FUTURO SANO Y DIVERSO” Ector Jaime Ramírez Barba
El metaverso, según describe el especialista holandés Tim Holsen en su reciente publicación, es un entorno virtual que está en pleno desarrollo, donde las personas pueden interactuar tanto entre sí como con objetos digitales de manera inmersiva. Este nuevo mundo digital implica la convergencia de tres tendencias tecnológicas clave: la telepresencia, el gemelo digital y la cadena de bloques (blockchain).
La telepresencia permite a las personas “estar juntas” virtualmente, aunque se encuentren en distintos lugares. El gemelo digital es una réplica virtual de un paciente, un dispositivo médico o incluso de un hospital completo. Por su parte, la cadena de bloques ofrece una vía segura para que los pacientes resguarden sus registros médicos personales.
En el ámbito de la medicina y la atención sanitaria, el metaverso tiene el potencial de ser utilizado en diversas formas: consultas médicas virtuales, educación y formación médica, educación para pacientes, investigación médica, desarrollo de medicamentos, terapia y apoyo, y hasta en la medicina de laboratorio. El metaverso podría revolucionar la atención médica, haciéndola más personalizada, eficiente y accesible. Esto no solo mejoraría los resultados para los pacientes, sino que también podría reducir considerablemente los costos del sistema sanitario.
Sin embargo, la aplicación del metaverso en la medicina trae consigo una serie de retos éticos y de privacidad que deben ser abordados con cuidado. Además, hay desafíos sociales, técnicos y regulatorios que necesitan ser resueltos para que esta tecnología se implemente de manera eficaz. Si bien el futuro del metaverso en la medicina parece prometedor, es necesario crear nuevas leyes que regulen su uso, con el fin de mitigar cualquier posible desventaja.
Realicé una búsqueda en PubMed utilizando el descriptor “Metaverse” para el año 2024 y arrojó 134 artículos que tratan temas tan diversos como la anestesia y el metaverso; la aplicación del metaverso en la salud ocupacional; su uso para fortalecer la salud mental en pacientes con insuficiencia cardíaca; el papel de los videojuegos en el monitoreo de condiciones oculares; el impacto del metaverso en el aprendizaje y la retención de vocabulario; el uso de aplicaciones basadas en el metaverso para consejería genética; análisis neurocientíficos sobre el comportamiento del consumidor digital; el uso del metaverso en la telementoría de talleres quirúrgicos; y su impacto en la educación médica, entre muchos otros temas que sin duda continuaremos conociendo en los próximos años.
En las próximas semanas, la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa discutirá una resolución que aborda las oportunidades y desafíos del metaverso, una tecnología que, como señala en su informe el Sr. Andi-Lucian CRISTEA de Rumania, promete revolucionar nuestra interacción con el mundo digital.
Como investigador, editorialista y legislador, considero fundamental analizar las implicaciones de este fenómeno y su relevancia para México, un país con una creciente penetración digital, pero también con importantes brechas tecnológicas y una regulación casi inexistente en este tema.
Atender el debate europeo sobre el metaverso es de suma importancia para México, que es un país observador de la citada Asamblea. Por un lado, el metaverso representa una oportunidad para impulsar la innovación y el desarrollo económico en sectores como el turismo virtual y la telemedicina. Por otro lado, nos obliga a reflexionar sobre cómo garantizar un acceso equitativo a estas tecnologías y evitar la profundización de las desigualdades existentes en nuestro país.
Del informe europeo se desprenden algunas preocupaciones clave: la protección de datos personales, la seguridad de los usuarios (especialmente de los menores de edad) frente al acoso y la violencia virtual, y el posible uso indebido de esta tecnología para manipular la opinión pública o fomentar conductas adictivas. La resolución del Consejo de Europa subraya la necesidad de desarrollar marcos regulatorios que protejan los derechos humanos y las libertades fundamentales en estos nuevos entornos digitales. En este contexto, es vital que el Congreso de la Unión en México se convierta en un protagonista del debate y empiece a legislar al respecto.
Nuestro país debe involucrarse activamente en las discusiones internacionales sobre la gobernanza del metaverso, inteligencia artificial incluída. Es fundamental promover políticas públicas que fomenten la alfabetización digital, protejan a los usuarios vulnerables y aseguren un desarrollo ético y responsable de estas plataformas. Además, necesitamos adaptar nuestro marco legal para hacer frente a nuevas formas de delincuencia cibernética y resolver conflictos jurisdiccionales que puedan surgir en espacios virtuales transnacionales.
La experiencia europea puede ser un referente valioso para México. La resolución del Consejo de Europa destaca la importancia de la cooperación entre gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para enfrentar los retos del metaverso. En nuestro país, esto podría traducirse en la creación de mesas de diálogo multisectoriales que analicen las implicaciones éticas, legales y sociales de estas tecnologías. Asimismo, la propuesta europea de establecer códigos de conducta para proyectos de metaverso financiados con fondos públicos podría inspirar iniciativas similares en México. Esto garantizaría que el desarrollo de estos espacios virtuales esté alineado con los valores democráticos y respete los derechos humanos.
El metaverso ya no es un concepto de ciencia ficción, sino una realidad emergente que transformará profundamente nuestra sociedad en las próximas décadas. Es imperativo que México se prepare para este cambio, promoviendo un debate informado y desarrollando estrategias que maximicen los beneficios del metaverso mientras mitigan sus riesgos.
Como sociedad, debemos preguntarnos: ¿Qué tipo de presencia queremos tener en estos nuevos mundos virtuales? ¿Cómo podemos asegurar que el metaverso sea un espacio inclusivo y seguro para todos los mexicanos? ¿De qué manera estas tecnologías pueden ayudarnos a abordar los problemas sociales más urgentes de nuestro país?
El futuro del metaverso aún está por escribirse. Es responsabilidad de todos—ciudadanos, legisladores, empresarios y académicos—participar activamente en su construcción, asegurando que refleje nuestros valores y aspiraciones como nación. Solo así podremos navegar con éxito esta nueva frontera digital, convirtiendo sus desafíos en oportunidades para un México más innovador, equitativo y conectado con el mundo.