Torreón Coahuila.- El Diputado electo Marcelo Torres Cofiño lamentó que, una vez más, por causa de los malos gobiernos la ciudadanía tenga que pagar las consecuencias: “aquí no hay nada para festejar; no se trata de saber quién tenía la razón y quiénes mintieron descaradamente; de lo que se trata es de ponerse de lado de la ciudadanía que es la que más saldrá lastimada con la pérdida del hospital. Ya de por sí hemos visto lo deplorable que está el rubro de salud en Torreón y en Coahuila en general como consecuencia de la megadeuda y del pésimo gobierno de Rubén Moreira. Pues ahora tendremos que agregar lo del hospital, perdido por la negligencia y la incapacidad de gobernar de Miguel Riquelme. Un motivo más para festejar la nulidad de la elección a gobernador de Coahuila.

Por enésima ocasión la justicia de la Unión no ampara ni protege al ayuntamiento de Torreón, en contra de los actos de autoridad donde se adjudica el inmueble que alberga el Hospital a favor de acreedor, es inaceptable que esta administración solo se dedique a chicanear un juicio, con el único propósito de endosar el problema a la siguiente administración. 

El diputado local electo Marcelo Torres Cofiño recriminó a Miguel Riquelme y , Jorge Luis Morán por haber mentido de manera reiterada la última fue la semana pasada, en relación a la situación jurídica del predio que, ocupa el Hospital Municipal de Torreón: “ambos, ex alcalde y ex secretario del Ayuntamiento y ahora alcalde en funciones, mintieron en repetidas ocasiones, al negar que el inmueble estuviera en riesgo de ser rematado y al asegurar que las acciones legales emprendidas por la autoridad municipal, anulaban la posibilidad de la pérdida del nosocomio; pues, como en su momento lo advertí, no había manera jurídica alguna de ganar el caso.”

Al darse a conocer la negativa de amparo solicitada por el Ayuntamiento, para evitar la adjudicación del inmueble ordenada por el Juzgado Trigésimo Segundo de lo Civil, del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, el legislador electo recordó que el entonces alcalde, Miguel Riquelme, en vez de demandar a quienes de manera dolosa eliminaron la Cédula Hipotecaria de las escrituras del terreno para venderlo al Ayuntamiento en 2008, decidió junto con Jorge Luis Morán minimizar el problema, alegando que se trataba de un pleito entre particulares; y luego, cuando ya era demasiado tarde, trató de ampararse con el resultado que ya es de todos conocido: “fueron negligentes, omisos, prepotentes y mentirosos; porque todavía el año pasado cuando advertí lo que estaba ocurriendo, salieron a apedrear al mensajero, en vez de aceptar de manera honesta ante la ciudadanía, que la propiedad estaba en verdadero riesgo de perderse.”