No estamos para una Reforma Electoral que dinamite lo avanzado en democracia y tenga dedicatoria
Ciudad de México, 23 de junio de 2019.- El país requiere una reforma electoral a la medida de la democracia, no del presidente en turno. Una reforma sin dedicatoria o beneficiarios directos, pero sí a favor de los ciudadanos, alertó el coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Juan Carlos Romero Hicks.
Urge, sentenció, una reforma que busque mejorar y ampliar la democracia y no abaratarla con consultas a mano alzada, la desaparición de los Organismos Públicos Local (OPLs), el debilitamiento de los partidos o el retorno del control de la información ciudadana a la Secretaría de Gobernación (Segob).
Y es que cualquier cambio electoral o de revocación de mandato debe surgir de la sociedad y de la oposición; de otra forma se convertiría en una ratificación para autoridades electas por un periodo constitucional y que no tendrían porqué no acatar la voluntad popular y dejar su cargo anticipadamente.
Sin duda contamos con un sistema democrático perfectible pero que ha permitido la alternancia pacífica de un partido a otro en el año 2000, en 2012 y ahora en 2018. Por lo mismo “no dinamitemos lo que se ha logrado y perfeccionemos lo que ha probado ser efectivo”, exigió, Romero Hicks.
Así, lejos de debilitar al Instituto Nacional Electoral (INE) o desmantelar la estructura creada por las OPLEs, es prioritario fortalecer las instituciones, alentando la existencia de contrapesos al poder y la autonomía de gestión.
La urgente austeridad en el gasto público debe atacar el burocratismo, las duplicidades absurdas y una estructura operativa esclerótica y no a necesidades básicas de la población como la salud, el bien superior de la infancia o, en este caso, la democracia.
En este contexto, el líder panista en San Lázaro ratificó la oposición a que el presidente Andrés Manuel López Obrador aparezca en las boletas en cualquier momento del proceso electoral de 2021. Más allá de consideraciones no es válido que el Ejecutivo Federal o Estatal abandone el cargo en el plazo para el que fue electo. Incluso, cualquier modificación al respecto tendría que ejecutarse en el próximo sexenio.
El ex gobernador de Guanajuato enfatizó que entre las múltiples propuestas que existen para una eventual reforma electoral es importante una reforma que de certeza y tranquilidad a los mexicanos y no al servicio del poder. Para ello, hay que rescatar temas que son básicos para un verdadero avance democrático en México.
Así mencionó:
1) Preservar la proporcionalidad para que nadie esté sobrerepresentado o subrepresentado. La clave es que el porcentaje de votación de un partido se traduzca en su peso en la Cámara no como hoy que Morena obtuvo el 41% de los votos en la elección de 2018 y cuenta con 54.4% de las curules de San Lázaro.
2) Analizar la viabilidad de la segunda vuelta en los procesos electorales.
3) Reglamentar las coaliciones que impidan casos como que el PES haya desaparecido al no alcanzar el 3% de los votos y, pese a ello cuenten con el 6% de las diputaciones gracias a la coalición de la que formó parte.
4) Descartar la instauración de la democracia plebiscitaria por la que a través de la mano alzada o la tergiversación de la consulta popular prevista en la ley, se pase por encima de las instituciones destinadas a aplicar cualquier ajuste.
5) No minar la autonomía del INE, de las OPLEs o los partidos políticos pretextando ahorros que además de no ser reales en la práctica, pueden conseguirse en otras instancias sin minar los contrapesos y la acción opositora. Mantener al INE con siete consejeros es un ejemplo de lo que puede economizarse.
6) Poner en marcha el sistema de votación electrónica.
México ha demostrado a lo largo del tiempo que puede avanzar en el ejercicio político de sus ciudadanos y la exigencia a los gobernantes y servidores públicos. Por lo mismo no es válido regresar a lo más autoritario del pasado que tanto trabajo ha costado hacer a un lado, advirtió el líder de los panistas en la cámara baja.