Por René Mondragón.-

ABISMO

Como sostienen los enterados del comportamiento humano, existen verdaderos abismos entre ser “listo” y “ser inteligente”. El mandatario mexicano es listo.

Por eso dice y afirma categóricamente, y, en cuanto puede -obligado por las presiones- se desdice, miente, manosea los temas, se le olvida el argumento que negó para aceptarlo en seguida, como fue el caso de Elon Musk y Tesla.

No importa si el planeta entero se está desintegrando, si el calentamiento global hace crisis o si Putin sigue necio con la invasión a Ucrania. Como tampoco le interesan las críticas por las loas y el incienso presidencial a los dictadores violadores sistemáticos de las libertades y los derechos humanos que el mismo ejecutivo dice defender.

Es claro que no lo hace por una relación estrecha e intrínseca con las plataformas ideológicas del Foro de Sao Paulo, de la estrategia de socialización marxista al estilo de Lenin, Chávez, Trotzky o el Che. Esas minucias lo tienen sin cuidado porque quedan grandes al bordar la conceptualización de esos temas. Por eso Roger Bartra se molesta tanto con el presidente.

Por ello también, el pleito cazado con un Lula Da Silva que le está arrebatando en serio y en serie, el liderazgo socialista en Latinoamérica. -de aquí también, la apuración de seguir irritando a los peruanos y tratando de organizar “otra cumbre” para lucir en todo su esplendor como convocante de jefes de estado, aunque sean bananeros.

FIEL AL MISMO LIBRETO

Al de siempre, a la misma “cantaleta” como sostenía mi santa agüe, se trata de distraer la atención del respetable para evidenciar que es un funcionario todopoderoso e indestructible igual que Bruce Willis o Arnoldo Schwarzenegger.

De aquí que, como sostiene Enrique Krauze, siempre tiene a la mano o se saca de la manga, al “masiosare” como extraño enemigo. Unas veces es Calderón, otras los empresarios rapaces -que siempre acaba por contratar- los conservadores y los adversarios del pueblo que serán corruptos per saecula saeculorum.

Al momento de escribir esta columneja, el mandatario advierte ahora, que la “derecha es muy autoritaria y violenta”, en consecuencia, es muy posible que quieran quemar el Palacio Nacional, instalación que el pueblo habrá de defender porque es una obra imperial, que, curiosamente, el presidente ocupa desde hace un buen rato.

CURÁNDOSE EN SALUD

Como bien se espera, la violencia y el vandalismo harán acto de presencia en la muy manoseada celebración del Día de la Mujer.

Los servicios de contraespionaje ya lo saben, por eso, reforzaron la protección del Palacio presidencial para que las encapuchadas no se atrevan a pintarrajearlo o peor aún, a quemarlo. Por eso, vale la pena acusar de violentos a la oposición, cualquier cosa que eso quiera significar.

De aquí que, el miedo principal en el búnker presidencial sean las panistas Kenia López Rabadán y Xóchtil Gálvez, que en expresión del presidente, son capaces -por lo violentas- de quemar palacio.

REMATANDO

Por esa razón, no extraña el descolón presidencial contra la Magistrada Janine Otálora, que de acuerdo al dicho del mandatario violó la constitución, por andar pidiendo la reinstalación de Edmundo Jacobo.

En síntesis, el mandatario mexicano cada día se encuentra más solo, con mayor cantidad de los que pel considera sus adversarios, ve enemigos por todos lados -igual que Daniel Ortega- olvidándose de un principio fundamental: Su chamba es servir a las ciudadanas y ciudadanos y así poder construir bien común.

Lo malo y lo feo es, que se le acaba el tiempo y eso de gobernar, no se le da.