Organización ciudadana por hartazgo ¡ya!
Salvador I, Reding Vidaña.- A días de la elección, bien calificada como la más importante de nuestro tiempo en México, por tantos eventos electorales simultáneos, la preocupación de la ciudadanía es muy grande, para que el 6 de junio haya suficientes votos de oposición que frenen el control presidencial sobre las cámaras federal y locales de diputados.
La falta de lo que se llama organización social intermedia, en la mayoría de los países, México incluido, es cosa común. Faltan organizaciones entre la población, fuera de los medios oficiales o políticos. Pero en el mundo, ante crisis sociales y políticas, o hasta frente a desastres naturales, las personas se unen de una manera u otra, en lo general informalmente. Y ahora México está a la puerta de una decisión fundamental con esas elecciones simultáneas del 6 de junio.
Como se ha dicho y repite, sí son las más importantes y que definirán, políticamente, lo que el país será en el futuro próximo y lejano. ¿Cuál es el punto toral del asunto? Que el presidente morenista controla al poder legislativo, y que con ello ha logrado que se aprueben desde cambios a la Constitución federal hasta leyes en contra de los intereses nacionales como nación frente al mundo, o de la ciudadanía mexicana. Por caprichos personales y con políticos sumisos.
La preocupación por los daños innegables y visibles que esta administración y la legislatura federales está haciendo a México, es cada vez mayor, sobre todo porque sin un freno legislativo, el presidente podría seguir dañando al país. Esta preocupación ha hartado a millones de mexicanos, incluyendo muchos de lo que en 2018, esperanzados por un buen cambio, votaron por López Obrador y otros candidatos de Morena. Hay desilusión y la alarma está a la orden del día.
¿Qué ha estado pasando y en forma creciente? Que las redes sociales y reuniones públicas se inundan de mensajes y comentarios invitando al voto y que se haga por la oposición. Columnistas destacados, de los que no están bajo línea presidencial o morenista, también, cada vez más, alertan sobre la caída del país en muchos aspectos, sociales, económicos, de empleo, de seguridad, de salud y de mal uso del erario, a favor de obras faraónicas innecesarias y en perjuicio de servicios públicos indispensables. Enfermos mueren por falta de medicinas.
Estas acciones, algunas aisladas, personales o de grupos bien o medianamente organizados, a favor del voto de oposición y del llamado voto útil para enfrentar legislativamente a Morena, muestran una corriente hacia más y mejores organizaciones de la sociedad civil en defensa y promoción del voto. Y no solamente eso, sino para enfrentar las políticas antidemocráticas y de mal gobierno del presidente López Obrador y su partido.
No es difícil prever que estos días de mayo y primeros de junio, la ciudadanía se organice más y más, aún como digo, informalmente, pero con mucha eficiencia, para defender los derechos e intereses legítimos de la población. Ya hay experiencias de otras naciones y aún del propio México, a pesar del desánimo que lleva a pensar a muchos que es inútil. Hay suficientes ciudadanos que piensan que ¡si se puede! ¡que hay que hacer algo!
Sí, en efecto, hay suficientes ciudadanos hartos, preocupados, dispuestos, que se pueden ir organizando de una forma u otra, para actuar ante las elecciones del 6 de junio, y sin duda que, siendo así, continúen haciéndolo y hasta formalizando y fortaleciendo las que ahora hay y las que nazcan estos días. No es solamente asunto del 6 de junio, sino del tiempo que sigue. Las solidaridades para invitar al voto (y que sea “útil”), de palabra y por mensajes de todo tipo, nos dicen que sí, que la sociedad puede organizarse, que ya lo está haciendo.