PAN: 15.6 millones perdieron acceso a la salud en plena pandemia, por la desaparición del Seguro Popular y la errática política federal
Ciudad de México, 10 de agosto de 2021.- Los datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política Social (CONEVAL) dan cuenta del desastre en el sistema de salud con el desmantelamiento de las instituciones sanitarias emprendido por la 4T; los mexicanos están perdiendo su derecho a la salud, así lo aseguró el diputado Éctor Jaime Ramírez Barba.
Primero, dijo, en 2019 con la desaparición del Seguro Popular se perdió la garantía de atención médica para sus 55 millones de afiliados; después con la pandemia y la saturación de los hospitales millones quedaron sin sus tratamientos regulares, millones más decidieron no hacer uso del sistema público y gastar de su bolsillo en atención. Hoy ya el 40% de la población acude a los servicios privados de salud.
Por si esto fuera poco, el Presupuesto para la salud viene a la baja desde 2018; hay subejercicios en el IMSS y el ISSSTE y los fideicomisos para atender enfermedades catastróficas fueron saqueados, para poner el dinero en los proyectos “prioritarios” del Presidente, denunció el también Secretario de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados.
El diputado federal agregó que no debe sorprender el informe de CONEVAL, al señalar que de las carencias sociales, el mayor cambio entre 2018 y 2020 es un aumento de 12% en la carencia por acceso a los servicios de salud, que pasó de 16.2% a 28.2%, “por la negligencia de MORENA, en esos dos años; en el peor momento de la pandemia, 15.6 millones perdieron su acceso a la salud”, afirmó.
Ahora 35.7 millones de mexicanos están sin cobertura, ocupando el ingreso de sus familias para atender enfermedades y millones cayendo en la pobreza, pese a la promesa presidencial de que, desde el 1 de enero de 2020, con el INSABI, todos los mexicanos tendrían atención garantizada y medicamentos gratuitos.
“¿Cuántos mexicanos cayeron en la pobreza y en la pobreza extrema por hacer frente a gastos extraordinarios y catastróficos para atender la salud de un ser querido? ¿A cuántos les negaron la atención en el sistema público y tuvieron que arruinarse financieramente para encontrar una cama en un hospital privado? ¿Cuántas familias quedaron sin su sustento económico por la muerte de un familiar que no recibió atención adecuada?”, acentuó Ramírez Barba.
Por otra parte, la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) ha calculado que el costo promedio por atención hospitalaria derivada de complicaciones por COVID19 es de 487 mil 735, no obstante, 74% de los casos superan el costo promedio; mientras que solo 1.32% contaba con seguro médico de gastos mayores, “a todas luces una catástrofe humanitaria que dejará generaciones perdidas y ruina financiera para millones que carecieron del mínimo apoyo”.
Las causas de raíz, del desastre en el sistema de salud, a mi juicio son las siguientes, detalló el médico panista, Ramírez Barba:
1. Tres años consecutivos disminuyendo, -el ya de por sí bajo- presupuesto de la función salud.
2. Eliminación en 2019 del Seguro Popular perdiéndose la garantía explícita de atención médica para sus 55 millones de afiliados.
3. Sustracción de más de 70 mil millones de pesos del Fondo de Gastos Catastróficos para destinarlos al gasto corriente;
4. Eliminación del Programa Siglo XXI para la atención de menores de cinco años;
5. Centralización en la oficialía mayor de Hacienda y luego en la UNOPS la compra de medicamentos e insumos para la salud, fracasando en los tres años causando gran desabasto de los mismos, más visible gracias a los padres que lo han denunciado, en los niños con cáncer;
6. Manejo criminal de la pandemia y político de la vacunación, causando gastos por familia que rebasaron sus ingresos;
7. Falta de apoyos para fortalecer la economía causando el cierre de empresas y con ello, de los servicios de seguridad social;
8. Falla gerencial en la salubridad general y la guarda cuidadosa de la infraestructura en salud, tanto para reconvertir unidades y atender la pandemia como para atender los padecimientos ordinarios;
9. Eliminación fáctica del Consejo de Salubridad General y del Consejo Nacional de Salud
10. Incompetencia para el ejercicio del gasto en salud, asignaciones directas opacas y tardías, con subejercicios en todas las instituciones públicas, desatendiendo sus obligaciones hacia sus derechohabientes.
“La política de la salud de MORENA nos ha llevado a graves desabastos de medicamentos y otros insumos, incluso para enfermedades graves como el cáncer infantil, o a la falta de protección de equipo de protección para el personal al frente de la batalla contra el Coronavirus”, refirió.
En noviembre de 2019 advertimos que era un error la creación del INSABI, no por ideología, sino por la ausencia de un plan estructurado para el Sistema Nacional de Salud.
La desaparición del Seguro Popular implicó la eliminación del padrón de afiliados y la póliza de aseguramiento, por ello, millones perdieron la garantía de atención médica, puesto que el INSABI promete, pero no cumple. En cambio, con el Seguro Popular los tratamientos y medicamentos eran exigibles, puesto que había financiamiento suficiente y un catálogo de enfermedades cubiertas.
Ramírez Barba explicó que con el INSABI vino la desaparición de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud y los regímenes estatales de protección social en salud, brazos administrativos y ejecutores del Seguro Popular en la federación y las entidades federativas respectivamente. Como consecuencia de esto, la federación ha pretendido asumir el control del personal e infraestructura que manejaban los gobiernos locales, pero a cambio no hay garantía de que su población continuará recibiendo atención y medicamentos.
De 2018 a 2020 los Estados más afectados por la pérdida del derecho a la salud son los más pobres, en Oaxaca la carencia aumentó en 20.7%, en Guerrero en 19.7% y en Chiapas 19.5%, muy por encima del 12% de promedio nacional, “está claro que la política de la 4T va en contra de los mexicanos, pero es peor para la población en situación de pobreza ”, mencionó el doctor y diputado panista.
Asimismo, agregó que la reforma de 2019 también consumó la desaparición del Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos y la creación del Fondo de Salud para el Bienestar. Ello ha afectado la atención que reciben las personas que enfrentan enfermedades de alto costo, como son los cánceres infantiles o la atención permanente que reciben quienes padecen VIH/SIDA.
Ahora, indicó, los fondos se convirtieron en un medio para obtener recursos adicionales de manera fácil para que el gobierno pueda gastar libremente. A la fecha, ya se perdieron 70 mil millones de ese dinero acumulado para la salud de las empresas generaciones presentes y futuras, pero paradójicamente hay menos atención.
“Es evidente que el sistema de salud llegó debilitado a la pandemia, que los más de 300 mil fallecimientos tienen su origen en la negligencia de la federación, 15.6 millones de mexicanos perdieron su acceso a la salud, para miles de ellos, esto les costó la vida”, afirmó el diputado guanajuatense.
Para finalizar, señaló que frente al fracaso de los últimos años, hoy el sistema de salud requiere más financiamiento y descentralización, la salud requiere de intervenciones en diferentes niveles y regiones. Hay que optar por fortalecer las capacidades de las instituciones locales y de las unidades del sistema más remotas, para que la salud pueda tener un componente preventivo, además del de atención médica, que la salud sea un bien de acceso universal, independientemente del lugar geográfico o el nivel socioeconómico.
“La salud no debe ser la causa de la ruina económica de las familias, ningún mexicano debe morir por carecer de recursos para hacer frente a su enfermedad”, concluyó.