Participa Ricardo Anaya en la Asamblea General de American Chamber of Commerce
Ciudad de México.- La solución para que los mexicanos tengan empleos bien pagados es la inversión productiva, afirmó el candidato presidencial de la Coalición Por México al Frente ante socios de la American Chamber of Comerce, al exhibir con cifras oficiales la precarización del salario y los niveles de desempleo en el país.
Ricardo Anaya explicó que la inversión pública en México está en sus mínimos históricos, pese a que sí hay recursos, solo que están mal empleados, y para muestra el incremento en el gasto corriente, mismo que es urgente reducir.
Reiteró que para que en México haya inversión, es necesario que haya Estado de Derecho y certeza jurídica, por lo que recordó su propuesta de un ombudsman que intervenga en los casos de bloqueo de la inversión productiva, pues si algo se debe cuidar y proteger es cuando una persona está dispuesta a invertir.
Sobre la relación con Estados Unidos, manifestó que cree en el comercio abierto, libre y justo, y que el mejor escenario es que no haya restricciones.
En este marco, también se refirió a las reformas energética y educativa que, aunque son buenas, no han dado los resultados esperados porque están siendo mal implementadas.
Reiteró que el problema de la corrupción, el más grave que tiene nuestro país, no es cultural, por lo que los mexicanos no se tienen que resignar, y que la aplicación de la ley no debe depender del gobernante en turno, porque “cuando el mensaje es de impunidad, la prima hermana, que es la corrupción, no cede”.
“Pactar con los criminales y narcotraficantes es una idea vieja”, dijo al resaltar que donde se ha implementado no ha dado resultados, y que sin duda México podría estar peor si se pacta con los grupos criminales.
Finalmente, explicó su apuesta a la economía del conocimiento, a la que hay que pasar de manera gradual, para que ante la incorporación de la tecnología y la robotización en las empresas, se tenga la oportunidad de formar parte de la fuerza productiva en aquello que el mercado requiera.