Por Tom Pich

“Los mentirosos nunca cambian, solo mejoran su estrategia”. Autor que desconozco (¡ups!)

En un curso de comunicación escuche la siguiente frase; “Si tu mamá te dice que te quiere… ¡confírmalo!”.

La confirmación de la veracidad de las noticias es una práctica profesional que todo comunicador debe tener. En estos tiempos de las redes sociales todos nos volvemos comunicadores de una u otra manera. Basta que nos compartan una publicación o veamos un twuit interesante, para que con simple “CLIC” nos convirtamos en comunicadores, el problema es que no siempre lo que se publica en las redes sociales es cierto y a veces involuntariamente nos podemos convertir en promotores de lo que hoy se llama ´Fake News’ y que en tiempos de nuestros antepasados simplemente se llamaban: mentiras.

“Te quedaron riquísimas las mentiras, ¡casi me las como todas!”, dice una ingeniosa frase, que nos habla de alguien que probablemente se dio cuenta que estaba consumiendo Fake News y dejó de hacerlo. El punto es que hoy muchos nos indigestamos por comernos todas las mentiras que, particularmente en épocas electorales, se difunden con singular entusiasmo.

Sin duda las noticias falsas son un pesado fardo que todos padecemos en las redes sociales y que con inteligencia debemos aprender a distinguir. En otras palabras quitar la paja y difundir solo noticias veraces. O como dijeran los “masters” de la comunicación: confirma y solo después de ello “dispara” el clic para retwitear o compartir. En otras palabras: hay que conectar el dedo al cerebro. ¿A poco no?.