¿Podrá con Cien Fuegos a la vez?
Por Alejandro Díaz .- La Fiscalía General de la República (FGR) ha recibido un encargo difícil de cumplir, más que si tuviera que apagar cien fuegos a la vez. Ya muy acostumbrados a tareas complicadas no tienen aún idea del infierno que tienen enfrente. No llevan más de dos años en el puesto, pero tienen una herencia maldita de años de abusos y violaciones aunque hayan modificado su nombre. Ya no es la Procuraduría General de la República pero no cambiaron ni de sede ni de procedimientos. Aunque varios de los antiguos Procuradores fueron abogados valiosos, siempre estuvieron rodeados de personas que utilizaban métodos poco aceptables.
El trabajo de investigación criminal es complicado. Está lejos del trabajo científico esbozado por escritores que siguieron el ejemplo de Arthur Conan Doyle, el creador de Sherlock Holmes. Sólo algunas policías del mundo, y aún menos fiscalías (o procuradurías), siguen protocolos en los que se investigue a profundidad pruebas, indicios, historial, caracteres, pesquisas, motivos, etc. Prefieren seguir sus métodos tradicionales violentos y abusivos, casi de golpeadores que obtienen confesiones con amenazas o inusitada violencia.
La historia de los 43 de Ayotzinapa es muestra de ello. La Procuraduría local, y la federal, detuvieron a un gran número de sospechosos sin poder llegar a aclarar la verdad, una verdad que todos podrían haber aceptado sin lugar a dudas. Los detenidos declararon pero no se llegó a conclusiones válidas, y por supuesto, por fallas del proceso, no se consignaron a los responsables; y eso a pesar de que estuvieron detenidos varias semanas. ¿Cómo obtuvieron las declaraciones? Por métodos violentos, no científicos, sin llegar a los verdaderos culpables.
¿Cómo van a investigar a quien fuera el General Secretario de Defensa de Peña Nieto? Cuando es detenido en California se dijo no tenía proceso en México. ¿Ya lo hay ahora? ¿Lo acaban de crear? No hay forma de que hagan indagaciones usando métodos violentos; él es un militar de carrera. O tienen pruebas irrefutables o van a hacer el ridículo. Aunque la salida fácil para la FGR es no hacer nada y repetir que en México no hay proceso abierto alguno, el que se abrió en Estados Unidos muestra que sí hay materia a investigar y la FGR está obligada a hacerlo.
La FGR puede haber recibido indicios, grabaciones, fotografías, escritos, ¿pero pruebas? Lo más seguro es que las autoridades norteamericanas lo liberaron porque las que tenían no serían aceptadas por un juez. ¿En México van a investigarlas científicamente? ¿O van a fingir que las tienen, y luego no serán admitidas a juicio? La FGR y el gobierno de la República están bajo varias lupas, la ciudadana, la militar y la norteamericana.
No es fácil intentar juzgar a un general, y menos si fue Secretario de Defensa, pero habiendo sido indiciado inicialmente en Estados Unidos, México está obligado a estudiar el caso. No puede exonerarlo sin más, debe investigar con sumo cuidado. Y debe hacerlo bajo métodos científicos, revisando todo su actuar como Secretario: sus decisiones, su correspondencia oficial y sus activos, incluyendo cuentas de banco.
Liberarlo simplemente hará pensar muy mal de México, de la FGR y de su independencia. Consignarlo sin pruebas será inaceptable para el ejército y para la ciudadanía, así que la única posibilidad es una investigación seria, transparente y bien realizada. La FGR está jugando con cien fuegos a la vez y podrá incendiar al resto del gobierno que ni todas las aguas de Tabasco podrán apagar.
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