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Prevención del embarazo en adolescentes cuestión de salud pública y asunto de derechos humanos

Ciudad de México.- Ante el fracaso de la política de prevención del embarazo adolescente, en donde uno de cada cinco embarazos que ocurren en nuestro país, son de jóvenes que no alcanzan la mayoría de edad, diputadas del Partido Acción Nacional propusieron mediante un Punto de Acuerdo, exhortar a diferentes secretarías a fortalecer las acciones de prevención del embarazo adolescente y la mortalidad materna.

El pronunciamiento fue realizado por las diputadas Marcela Torres Peimbert, María del Rosario Guzmán Avilés, Alejandra García Morlán, Madeleine Bonnafoux Alcaraz, Josefina Salazar Báez, Cecilia Patrón Laviada y María de los Ángeles Gutiérrez Valdez.

Lo anterior, dijeron, para reducir el número de embarazos en adolescentes en el país, ya que México ocupa el primer lugar en incidencia de embarazos adolescentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

El Punto de Acuerdo exhorta a la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) para que, a través del Instituto de Desarrollo Social (INDESOL), otorgue mayores recursos para las organizaciones de la sociedad civil cuyo objeto social sea la prevención y atención del embarazo adolescente.

Asimismo, exhorta a las entidades y dependencias de la Administración Pública Federal, que integran el Grupo Interinstitucional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (GIPEA), a fortalecer las acciones de prevención del embarazo adolescente y la mortalidad materna; que permitan reducir el número de embarazos en adolescentes en nuestro país; con pleno respeto a sus derechos humanos y particularmente a sus derechos sexuales y reproductivos.

En conferencia de prensa, las diputadas panistas aseveraron que la prevención del embarazo en adolescentes no es solo una cuestión de salud pública, sino un asunto de derechos humanos, con severas repercusiones en el desarrollo social.

En el caso del embarazo adolescente, este fenómeno adquiere mayor complejidad cuando se encadena con el grave problema de la mortalidad materna en México, el cual se ve reflejado en las siguientes cifras:

En el país la cifra de muertes maternas es de 38.2 muertes por cada 100 mil nacidos vivos, lo cual representa el incumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio que planteaba reducir la cifra a 22 decesos por 100 mil nacidos vivos.

El 65% de las muertes maternas en México se concentran en 10 estados de la Republica y en esta lista de los estados prioritarios, se encuentran tres donde la muerte materna tiene un rostro indígena (Guerrero, Oaxaca y Chapas).

“En Acción Nacional creemos que la falta de orientación sobre servicios de salud sexual y reproductiva, además del estigma y la falta de prevención, colocan a nuestro país en cifras alarmantes”, coincidieron.

Por ejemplo, el Fondo de Población de Naciones Unidas, ha señalado que el embarazo adolescente se incrementó, de 69.2 a 77 partos por cada 100 mil nacidos vivos entre 2009 y 2014 y ha urgido al gobierno mexicano a destinar recursos para la aplicación efectiva de dicha estrategia.

En el caso de la Secretaría de Salud, es preciso se incremente la puesta a disposición de un mayor número de anticonceptivos para los adolescentes, así como la coordinación para que en las instituciones educativas de nivel medio superior también exista suministro de estos materiales bajo el seguimiento y la supervisión de médicos.

Asimismo, reiteraron que en el marco del 26 de septiembre, declarado “Día Mundial para la prevención del embarazo no planificado en adolescentes”, es preciso señalar que la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) planteada para el presente sexenio, ha fracasado.

Es claro que el fenómeno del embarazo en adolescentes es un problema multifactorial y complejo, cuya prevención y atención integral requiere de una respuesta intersectorial e interinstitucional coordinada, que permita una política de prevención eficaz.

“Desde hace 7 años las instituciones gubernamentales hemos conmemorado infructuosamente un problema que sigue frenando el desarrollo de las nuevas generaciones. Es momento de marcar una diferencia fundamental para lograr revertir este fenómeno que perpetúa la desigualdad en nuestro país”, concluyeron.