Primero ahí andan y luego ahí ‘stán
“Los aviones no se atraen (DICEN); los pesudos y los pesos sí”
Primero ahí andan, protestando indignados por la cancelación de la obra del aeropuerto en Texcoco. Dando argumentos de porque no es viable el proyecto del presidente electo. Invocando valores, y defendiendo hasta a la democracia y luego… ahí están: calladitos, contentotes y sin objeción alguna con el tema del Aeropuerto en Tecamac: sí, hablo de un grupo de empresarios que ahora son los más fieles devotos de Santa Lucía.
Quizá no haya que generalizar y por ello vale decir que el empresariado podría dividirse en tres: los que por encima de todo tienen a sus intereses económicos y que en cuanto les hablan de rendimientos monetarios no tienen empacho en acomodarse a la nueva situación. Esos no tienen preferencia política, son gobiernistas. Otros son los que no están de acuerdo, pero les falta valor. Son los miedosos que a la primera señal de alerta sacarán sus capitales de México y hasta a su familia. Y los valientes -que son los menos- son los que estarán dispuestos a defender las libertades, el bien común y se la jugarán. Son a los que no les habrán tapado la boca con promesas de negocios, o los que están mudos de miedo.
Primero ahí andan y luego ahí están. Y de aquí en adelante serán los más fieles aplaudidores de las decisiones del presidente electo. Seguro ahora aman, además de Santa Lucía, al tren maya.