RESILIENCIA
Por Alejandro Díaz.- Resiliencia se define en Física como la capacidad de un material de volver a su forma original una vez que cesa la fuerza que lo deforma. También se utiliza en Sicología para nombrar la capacidad de una persona, o de un grupo, para recuperarse frente a la adversidad. En el primer caso se encuentran metales que se deforman al enfrentar presiones pero que al normalizarse vuelven adquirir su geometría original. En el segundo, las personas con resiliencia son las que superan sus problemas.
Materiales con gran resilencia los vemos diariamente: elementos que soportan puentes resistiendo el peso del tráfico que sufren deformaciones vuelven a su posición original una vez que se encuentran sin tráfico. O el arco de un deportista que se comba al tensar la cuerda que arrojará una flecha; una vez cumplida su misión recupera su forma original.
Se reconoce a las personas o grupos con resilencia cuando se superan a pesar de dificultades y contratiempos. Hay numerosos ejemplos bélicos de resilencia comenzando con el espíritu que mostraron los británicos ante el embate nazi durante la “Batalla por Gran Bretaña”. O el de los soviéticos defendiendo Stalingrado ante un embate similar. En ambos casos afloraron fortalezas hasta ese momento no mostradas, y a pesar de enfrentar fuerzas notoriamente mayores en tecnología y número de activos lograron detenerlos, incluso dando inicio al contraataque.
Todos hemos presenciado ejemplos personales de resilencia a nuestro alrededor en quienes a pesar de sufrir calamidades (enfermedades, problemas familiares o económicos), encuentran fuerza y entereza para crecerse ante la adversidad. Millones de personas pierden la movilidad de sus piernas, pero mientras unas se resignan otras encuentran la forma de agenciarse una silla de ruedas a través de parientes, amigos o altruistas de buena voluntad. Quien se comporta así, muestra resilencia y está más cerca de conseguir sus objetivos que quien se queda rumiando sus males.
El caso del equipo de Fútbol Atlas es una muestra clarísima de un grupo con gran resilencia. Después de haber figurado en los primeros lugares durante la primera parte del siglo XX obteniendo 10 triunfos nacionales, a partir de la década de los 50’s padecieron derrota tras derrota durante 70 años. Llegaron a perder varias veces su lugar dentro de la Primera División, descendiendo a Segunda para volver casi inmediatamente a Primera, pero acumulando tantas derrotas que fueron objeto de burla (como la comparación entre ellos y Alcohólicos Anónimos, “ninguno de los dos puede ver una copa”).
Diferentes jugadores, directores técnicos y presidentes pasaron, y durante 70 años transitaron por el desierto sufriendo derrota tras derrota, con victoria aisladas. Fue hasta la llegada de nuevos dueños, nueva presidencia, y sobre todo de un nuevo director técnico que cambiaron los resultados. Todo lo anterior motivó a los jugadores a crecerse ante sus dificultades para cambiar resultados, a desarrollar resiliencia. Esperamos que se mantenga competitivo, ganando y perdiendo como otros equipos.
Por el contrario, hasta ahora los ciudadanos no han mostrado suficiente resilencia ante un gobierno muy popular pero increíblemente ineficaz. Ninguna de sus promesas de mejorar la Economía, la Seguridad Pública, la Educación y la Salud, incluso de reducir precios de los energéticos (gasolinas, gas y electricidad) se han cumplido. Pareciera no reconocer el hecho de que prácticamente todos los responsables de Secretarías y entes económicos no sean capaces de dar resultados que mejoren los niveles de vida de la población, sino al contrario. Sólo el considerar los 5 millones de personas que cayeron en pobreza como el peor logro de este gobierno debería despertar la resilencia ciudadana para superarlo.
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