SI HUBIERA ELECCIONES PRIMARIAS…
Por Alejandro Díaz.- A pesar del panorama desesperanzador, en menos de un año habrá elecciones en México. El gobierno cree que controlará íntegro el proceso que ungirá la continuación de su ineficaz 4T. La oposición por su lado ha emprendido un complicado proceso para determinar quién la encabezará.
No va a ser una competencia tersa como ya se ha visto entre las ‘corcholatas’ del inquilino de Palacio. Aunque ninguna ose amenazar a las demás, cada vez hay más patadas debajo de la mesa. Los ataques exitosos han tenido como destinatarios a segundos mandos, sea un avionazo o aparentando un asalto carretero, aunque el pueblo bueno y sabio lo ignora. A pesar de todo, cada vez más personas se dan cuenta de los criminales mensajes.
El inquilino continúa sus conferencias mañaneras aparentando que todo está bajo control, que el proceso sigue terso y sin problemas. No reconoce que sus ‘corcholatas’ no emocionan ni entusiasman como él lo esperaba, entre otras cosas por querer emularlo, no debatir entre ellos, menos confrontarse o acudir a entrevistas con medios no autorizados y por no cuestionar la situación actual del país.
Los seis presuntos precandidatos oficiales recorren el país maniatados en reuniones desangeladas y si bien algunos de ellos hacen llamados a la unidad, no muestran carisma alguno. Complican esta carencia las medidas cautelares impuestas por el IFE dificultan su avance.
Entre tanto la oposición, con el doble de precandidatos, comienza a moverse y a entusiasmar con algunos de ellos que sí muestran carisma. Su proceso es complicado pues incluye no sólo partidos políticos sino también organizaciones de la sociedad civil. Doce candidatos que comienzan a moverse en busca de apoyo popular. Si bien tampoco debatirán entre sí por el momento, ya destacan varios punteros que le mueven el agua al proceso.
Muchas personas, especialmente los jóvenes, le tienen animadversión a las elecciones e incluso a hablar de ellas. Por antecedentes o por convicción consideran que todo lo que toca la política está contaminado, incluyendo las elecciones. No les interesa saber de partidos, de profesionales de la política ni, por supuesto, de elecciones.
Pero no hay método mejor para definir el futuro de un país que participar en elecciones periódicas. Quizá la mejor definición la expresó Winston Churchill: ‘la democracia es el peor sistema de gobierno a excepción de todos los demás que se han inventado“. Dictaduras, tiranos y monarquías autoritarias por igual, gobiernos unipersonales, anárquicos o de inspirados manipuladores que se sienten con ideas grandiosas y no rinden cuentas.
Para solucionar la selección de los candidatos, y de paso saber de simpatías reales, no amañadas por encuestas de dudosa calidad, hubiera sido conveniente que el IFE hubiera organizado una elección primaria para determinar los candidatos de una y otra opción, sin que hubiera oportunidad de que simpatizantes de la oposición influyan en la decisión del partido del gobierno o viceversa.
Pero no fue así, y el inquilino de Palacio va a meter mano para determinar candidatos. El individuo quiere que gane la ‘corcholata’ que él decida, y que se enfrente al opositor que más pueda denostar desde su tribuna mañanera.
A pesar del deseo del inquilino, hay precandidatos que se apartan radicalmente de su descripción pues son mujeres surgidas del propio pueblo, con un carisma que no tiene su única ‘corcholata’ mujer a quien harán trizas apenas comience la campaña formal para elegir a una persona que en verdad quiera ser presidente de la República y no un remedo que quiere asumir el puesto sin hacerlo efectivo.