“Incurrir en el pecado del silencio cuando se debiera protestar, hace cómplices y cobardes a los hombres”.
Zhou Enlai

Por Esther Quintana.- No son tiempos para quedarnos de brazos cruzados viendo pasar las barbaridades que están ocurriendo TODOS LOS DÍAS en nuestro país, y lo más deleznable es que son promovidas por el propio presidente de la república y su corte de incondicionales que tiene en cada instancia del poder público. Ya basta, tenemos que asumir nuestra investidura ciudadana y ponerle un hasta aquí al individuo que está empeñado en dividir en México en dos clases, la que está con él y la que no comulga con lo que está haciendo en perjuicio de TODOS. Somos una nación, somos mexicanos, nos unen tradiciones, historia, lengua, costumbres, emociones, gustos…¿con qué derecho un tipo electo por seis años y no más, quiere venir a imponer su ley, su pensamiento – si es que lo tiene– su impronta de necedades, arrogancia y cerrazón? ¿Y por qué tenemos que bajar la cerviz y acatar semejante amasijo de supineces? No, no y mil veces no. Él fue electo por un período para servirle al país, no para montarle entelequias que guardó por tantas décadas y ahora quiere por la fuerza de sus delirios de dictador ad perpetuam revivirlas. Se niega a entender que la realidad de este siglo XXI no tiene nada que ver con el pasado en el que él vivió su juventud. No sabe ni madre de política que construye. Los mexicanos sabemos de la que avasalla y nos tiene hasta la ídem. México ya tuvo dos dictaduras y otra disfrazada de democracia durante 70 años de hegemonía tricolor y sabemos que son dañinas. Las generaciones de hoy y las que vendrán mañana merecen otro destino.

Necesitamos mexicanos preparados para incidir en la dinámica de una sociedad democrática, que les permita el desarrollo de sí mismos y de la comunidad de la que son parte sustantiva, no convidados de piedra. Gente con capacidad de reflexión, de crítica constructiva, con sentido de sus obligaciones, responsabilidades y posibilidades. Sólo así se convierte la democracia en forma de vida. Necesitamos un gobierno comprometido con serlo para generar bienestar, no para continuar con la maldición de la dádiva que ha esclavizado a millones de compatriotas, que los ha condenado a la dependencia eterna. México demanda personas libres para ser exitoso. Apuntaba Emmanuel Kant que “la pereza y la cobardía son las causas merced a las cuales tantos hombres continúan siendo con gusto menores de edad durante toda la vida”. Es hora de desprendernos de ambas y enseñar a quienes son sus víctimas irredentas para que dejen de serlo. Y cito al insigne cubano, José Martí: “Quien esconde por miedo su opinión, y como un crimen la oculta en el fondo del pecho, y con su ocultación favorece a los tiranos, es tan cobarde como el que en lo recio del combate vuelve grupas y abandona la lanza al enemigo”.

De la educación no se ocupan ni López ni su inútil encargada de la SEP, por una sola razón: LE IMPORTA UNA PURA Y DOS CON SAL. De lo que sí se ha ocupado es de cómo se apodera del ejercicio del poder público como titular del ejecutivo que es, pasándose por debajo de las pa…perdón, extremidades inferiores, la división de poderes inscrita en la Constitución de la República. Con su plan B quiere nulificar al INE, y si lo consigue… ¿sabe usted quién será el perdedor? Nosotros. ¿Por qué? Porque ya no habrá árbitro imparcial en la organización y vigilancia de las elecciones. De por sí que nuestra democracia está muy descalcificada y con esto sería el tiro de gracia. Quiere desaparecer el Servicio Profesional de Carrera, es decir liquidar a trabajadores especializados en materia electoral. Quitarle al INE facultades para integrar el padrón y la lista nominal de electores. Desaparece la Junta General Ejecutiva y en su lugar se crea una Comisión de Administración, integrada por cinco consejeros, lo que politizará la implementación de los acuerdos del Consejo General deformando su rol de supervisión. Se restringe la capacidad sancionatoria y regulatoria de las autoridades electorales. Esto generará impunidad y elecciones sin piso parejo. Se debilita la autonomía presupuestaria del INE, con lo que pierde capacidad operativa e independencia. Se privilegia la capacidad propagandística de los servidores públicos, sus declaraciones, incluidas las del presidente podrán hacerse durante las campañas. Se podrán transferir votos entre partidos políticos que presenten candidatos comunes, de tal suerte que en 2024 mediante un convenio se podrá asegurar que no pierdan su registro, además si les sobra a los partidos dinero no gastado, no tendrán que devolverlo a la Tesorería…

Y hay más… pero el espacio se acorta. Le pido estimado, estimada leyente, que nos quedemos viendo pasar el cortejo. Es hora de reaccionar. Los únicos que podemos detener a López Obrador y su séquito somos los mexicanos libres, con nuestra participación comprometida e informada. Este año tendremos elecciones y el año próximo también, por amor a México ejerzamos nuestro derecho con inteligencia y alto sentido de responsabilidad.