A punto de terminar el sexenio de Eruviel Ávila en el Estado de México, lo único que queda totalmente evidente es el gran socavón que las palabras, obras y omisiones del gobierno priista dejaron como herencia para los mexiquenses.

Por ese gran hoyo se fueron la seguridad, el progreso, la transparencia, la justicia y un largo etc… pero, la ironía de la vida es que pese a todo, nuevamentge gobernará a este estado: el PRI.

¡Pobre Estado de México, tan lejos de Dios y tan cerca del PRI!… ¿o será que precisamente por estar cerca de Dios que no nos ha ido más “pior”?