Y van dos más…
Esther Quintana.- En octubre de 2019, la Policía Federal inició su desaparición con la publicación en el Diario Oficial de la Federación del acuerdo por el que se emitieron los lineamientos para la transferencia de los recursos humanos, materiales y financieros que tenía asignados la Policía Federal a la Guardia Nacional. Conceptuada como un cuerpo de SEGURIDAD CIVIL, con un artículo transitorio en el que se determinaba que los militares apoyarían en tareas públicas hasta el 2024 a efectos de que se consolidara la nueva corporación. López Obrador alegó que la Policía Federal se desmantelaba porque estaba echada a perder y hasta el tope de irregularidades y corrupción. ¿Le suena?
En el artículo 21, décimo párrafo de la Constitución de la República, se establecía que: “Las instituciones de seguridad pública, incluyendo la Guardia Nacional, serán de carácter civil, disciplinado y profesional…”. La Guardia Nacional surge con el compromiso de convertirse en el cuerpo que terminaría con la ola de sangre, que deja casi 100 muertos diarios, y la corrupción en las fuerzas de seguridad. Usted dirá si ese compromiso se ha cumplido. Hoy tenemos más homicidios dolosos en este país que en el pasado. La violencia se va volviendo común y corriente. La Guardia Nacional tiene de civil lo que yo tengo de Alberto Einstein. De los más de 91 mil miembros que la integran, solo un tercio son ex federales, los demás vienen de la Sedena y de la Semar. Maureen Meyer, directora en México de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos, expresa que los militares no son la solución para combatir la violencia porque ellos están preparados para “utilizar una fuerza letal contra el enemigo, no para tratar con la ciudadanía”. Un ex policía federal integrado a la Guardia Nacional señala que los militares y marinos asociados no cumplen los protocolos que a ellos sí les enseñaron en la academia. Además no hay una especialización por preparación o experiencia anterior: “Todos hacemos de todo”. “Les dan órdenes y contraórdenes, los trasladan sin ton ni son de un lado al otro, están en una función de apagafuegos”, asegura Guillermo Garduño, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana, y esa indefinición conduce a la comisión de toda suerte de abusos y arbitrariedades.
La iniciativa enviada por el Ejecutivo al Congreso para que la Guardia Nacional pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa, cuando apenas en 2019 la concebía como un organismo eminentemente civil, ya “prosperó”, fue aprobada en las dos Cámaras. Yo nada más les pido, estimados –as– leyentes que tomen nota de los diputados y senadores que votaron a favor. No están actuando ni como representantes de la ciudadanía ni de las entidades federativas. En 2024 tenemos elecciones para la integración de la nueva Legislatura, y muchos de los que hoy cobran como legisladores van a pretender reelegirse y sus partidos van a avalarlos, de modo que tomen nota de semejante traición y actúen en consecuencia. Esa gente está ahí porque usted votó por ellos y su paga sale del bolsillo de NOSOTROS, los mexicanos. Y falta otra, orquestada por los diputados tricolores, que consiste en que las fuerzas armadas amplíen su estancia en las calles hasta 2028. ¿Y sabe por qué sucede eso? Porque a millones de mexicanos con credencial de elector les pasa de noche la conformación del Poder Legislativo. Y les otorgan su confianza a individuos “vulnerables” para que el gobierno actual los cuadre a modo. No hay nada oculto bajo el sol y las cochinadas hechas al amparo del cargo público son las favoritas de hombres y mujeres sin principios ni valores, y por ahí los “alinean” a su capricho e intereses. En la Cámara Alta un grupo de senadores priistas dicen que no van, ojalá que le alcance a la oposición para evitar semejante desatino. De lo que debiera ocuparse el actual gobierno es de conformar una organización de inteligencia policial, pero en serio, para combatir el crimen. Un cuerpo de esta naturaleza genera información especializada cuyo propósito es aportar insumos a los procesos de toma de decisiones relacionados con el diseño y ejecución de la estrategia, las políticas y las acciones en materia de Seguridad Nacional. La delincuencia organizada en sus múltiples e infaustas presentaciones no se contiene solo con el uso de la fuerza, demanda la producción de inteligencia de alta calidad para identificar y entender los factores de fondo que alimentan este tipo de fenómenos. Y no se va a descubrir el hilo negro. Ya hay experiencias probadas exitosas.
Por favor, esto es asunto de todos nosotros, al margen de colores, filias y fobias partidistas. Se trata de México y tarde o temprano podemos ser víctimas de este desenfreno incontenible, en mucho propiciado por la incompetencia y la soberbia de quien… ya sabe usted.